Acapulco ha traído a los mexicanos numerosas lecciones, entre ellas que la fuerza de la Naturaleza se ha incrementado y fenómenos que antes causaban destrozos, pero creíamos comprender, hoy son más potentes y mortíferos, lo que obliga a adoptar nuevas medidas, como la modificación de las normas de construcción.
Pero además el huracán Otis ha mostrado que en medio de la enorme solidaridad característica del pueblo mexicano ha surgido una actitud dañina que lleva a grupos a realizar saqueos indiscriminados protegidos por el caos de la tragedia.
La autoridad deberá tomar cartas en el asunto, para que ese tipo de conductas delictivas no inhiban el espíritu de solidaridad que nos caracteriza y que las actitudes de unos cuantos no perjudique a las mayorías.