Las siete muertes ocurridas de julio a la fecha en el el Centro Federal de Readaptación Social Femenil (Cefereso) número 16 ubicado en la comunidad de Michapa, municipio de Coatlán del Río, no han tenido un gran impacto mediático, a pesar de lo que significan.
Estar recluidas en esa prisión es de alto riesgo para las mujeres acusadas de haber delinquido. Ya se han reportado numerosas muertes en ese lugar, pero no en la cantidad que ahora se menciona y en un lapso tan breve (menos de cinco meses), por lo que suena lógico que alguna autoridad ha hubiera iniciado alguna investigación.
Desafortunadamente para quienes allí purgan una sentencia o esperan la resolución de su proceso, no hay visos de interés y de los pocos pronunciamientos que ha habido corresponden a los entes que resguardan los derechos humanos, que no tienen autoridad real.
Ojalá no haya que espera a que ocurran más decesos para que alguien actúe.