Quienes controlan el G-15 pretenden aprovechar el Poder del Congreso para establecer un poder transexenal que leas sea favorable al menos por los próximos catorce años y, si nada los detiene están a punto de lograrlo.
Nombrar a por lo menos diez magistrados afines -si no es que a trece- permitirá a esas mentes perversas influir en el Poder Judicial de manera directa.
Por supuesto: habrá perdedores, los morelenses.
Ningún poder humano ha sido capaz hasta ahora de corregir el rumbo del Congreso local, aunque la posibilidad de perder su siguiente candidatura comienza a carcomer a los diputados morenistas integrantes del G-15, aunque ya parece demasiado tarde.