Aunque solo es una sospecha y la Fiscalía General de Justicia deberá resolver la causa, la sola posibilidad de que el mortal incendio ocurrido el miércoles en la colonia Estrada Cajigal de Cuernavaca fue causado por el mal uso de pirotecnia es motivo más que suficiente para imponer más restricciones al uso y tenencia de cohetes y demás artefactos explosivos.
Dos personas fallecieron en el percance señalado. La extensión del fuego hizo que no pudieran ser rescatadas, en lo que quizá fue un accidente. Y los accidentes pueden evitarse.
Ha sido a base de muertes como se ha acotado la venta de pirotecnia, pero tal parece que se requiere hacer más, incluso crear una cultura en la que no sea necesario lanzar cuetes para manifestar alegría o religiosidad.