Aunque la rabia es una enfermedad que hace mucho tiempo no afecta a humanos en nuestra entidad, es necesario no bajar la guardia y asumir todas las medidas necesarias para prevenir contagios, principalmente la vacunación de las mascotas.
En los últimos años se ha perdido la cultura del cuidado y lo que antes era un rito (esperar la llegada del vacunador de perros y gatos a la colonia para llevar la respectiva mascota) hoy es una situación sin aparentes motivaciones para realizarlo.
Sin embargo, el cambio climático extremo que vivimos en Morelos aumenta el peligro de que esa enfermedad llegue a los seres humanos, por lo que ninguna precaución está por demás.
Consideremos llevar las mascotas como un deber ciudadano pero también como un acto de amor a los ahora llamados “seres sintientes”, para que ningún animal quede expuesto al peligroso virus.