Los diputados no se podían ir sin un agravio más para el estado. El Legislativo estatal torció la ley una y otra vez en los tres últimos años para desahogo de intereses privados y aprovechamiento de una posición que algunos de los actuales representantes populares no volverán a ocupar. Es el ciclo que ha sido natural en el Congreso local en las últimas gestiones.
La pretensión de los diputados de obtener una jubilación en la categoría de un trabajador de base es inconstitucional, según el argumento de abogados laboralistas que preparan acciones contra el exabrupto arrojado por los diputados en su despedida.
El Legislador no ve por el porvenir de las bases trabajadoras en las necesarias reformas a la Ley del Servicio Civil, sino por el suyo propio.