Cambios saludables son los que plantea el gobierno estatal electo a partir del nuevo sexenio en la institución encargada de la procuración de justicia. La cabeza de la Fiscalía del Estado sólo debe estar en el cargo durante el mismo periodo que el titular del Poder Ejecutivo en turno, es decir, seis años, señala la propuesta de reforma legal.
La perpetuidad en los cargos no es provechosa, y cada nueva administración de gobierno debe poseer a su propio equipo y elementos para llevar a la práctica su plan de acción, según la posición de la fórmula que entrará en funciones en octubre próximo.
Intereses oscuros dieron al titular de la Fiscalía un periodo de gestión desproporcionado. Es tiempo de enderezar lo torcido.