Ambientes escolares seguros son esenciales en el sano desarrollo de una sociedad. Las comunidades educativas están amenazadas por el flagelo de la violencia que golpea el territorio nacional.
Protocolos internos son desarrollados en el sector educativo para blindar esos espacios de situaciones de inseguridad, pero es primordial la influencia efectiva de las instituciones del rubro para garantizar la protección en los colectivos escolares.
Videovigilancia, comunicación inmediata con sistemas de alertamiento de delitos, acompañamiento y operativos policiales son estrategias que buscan inhibir los escenarios de riesgo en las instituciones educativas.
La salvaguarda de escuelas, así como de sus entornos comunitarios, es condición indispensable para los efectivos procesos de enseñanza en el sistema educativo.