El gobierno estatal acompaña los procesos de transición en los municipios, complicados en varios casos por hondas diferencias políticas entre autoridades salientes y entrantes, finanzas colapsadas, inseguridad, incumplimiento de compromisos sociales por parte de alcaldes que culminan gestión, conflictos laborales, entre otras crisis que restan certidumbre en los cambios de administración.
Son focalizadas en diferentes municipios o regiones del estado diversas problemáticas que han aquejado a dichas demarcaciones del estado en los últimos trienios, y que en el tiempo reciente no alcanzaron solución o se ahondaron, con el obligado repudio ciudadano.
Por otra parte, la autoridad estatal ha exhibido niveles preocupantes de improvisación en autoridades entrantes y equipos de trabajo propuestos. La tarea de instancias estatales es titánica en la formación de mandos locales que empiezan en enero una encomienda que en muchos casos les quedará muy grande.