La decisión de no comisionar a elementos de la Policía de Morelos a tareas de protección de funcionarios públicos es sensata, pues apenas el año pasado el Inegi señaló que la entidad únicamente contaba con mil 955 uniformados.
Ayer, el secretario de Gobierno, Juan Salgado Brito, recordó que al inicio de la actual administración, 150 elementos de seguridad fueron regresados a patrullar las calles, es decir, a cumplir con su verdadera función, que es la de salvaguardar la integridad de los habitantes, y no únicamente la de unos cuantos.
El hecho de que prácticamente el 10% de la fuerza policial estuviera asignada a labores de seguridad personal o resguardo de inmuebles oficiales, es un despropósito, pues con el reducido número, prescindir de algunos debilita el tema de prevención del delito, que dicho por la propia autoridad, es una prioridad en la estrategia de seguridad.