El cambio de mando en la Fiscalía General del Estado (FGE) oxigena la necesaria coordinación interinstitucional entre el Ejecutivo, gobierno federal y ese órgano autónomo en una exigencia social insoslayable: la impartición de justicia y el combate a la impunidad.
La modificación concretada a fines de la semana pasada en la cabeza de la Fiscalía también abre la puerta a la iniciativa propuesta por la gobernadora Margarita González Saravia para que el titular de dicha institución permanezca en ese cargo únicamente los seis años de la gestión del jefe del Ejecutivo en la entidad.
La depuración en la FGE en Morelos era una necesidad expuesta por la misma presidenta de la república y auxilia en la limpieza de dicha instancia de influencias nocivas que enturbian su proceder y vinculación con las instituciones que van de la mano en la lucha contra la ausencia de justicia de la que adolece nuestra sociedad.