Parece que la presión que ejerció la opinión pública contra la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, enviada por la presidenta de México, fue suficiente para que desde Palacio Nacional se mandara la instrucción para que se frenara en el Senado de la República, que ayer mismo pretendía “discutirla” en el pleno y seguramente aprobarla de la misma forma como lo hizo en comisiones: en fast track.
Un tema al que los denominados gobiernos de la Cuarta Transformación son especialmente sensibles es a que los tachen de dictadura, como dejó muy en claro el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña.
Será prácticamente mes y medio el tiempo que se discuta esta ley, y a los llamados conversatorios seguramente confluirán, además de la oposición, especialistas en la materia y actores económicos y sociales del sector. El único camino que se avizora es mejorarla, si es que la disposición a escuchar y la apertura son firmes.