La nación está en la antesala de una nueva avanzada autoritaria en un sendero de reformas que socavan la vida democrática en el país. Ahora el atentado es contra la libertad de expresión, con una nueva ley de telecomunicaciones y radiodifusión a través de la cual el gobierno federal pretende el control de contenidos en medios de comunicación.
La fracción oficialista del Senado ha actuado con rapidez en la aprobación de una iniciativa que pasa por encima de debates que consideren las implicaciones de un proyecto de ley que pisotea derechos y libertades fundamentales en una sociedad plural.
Es en las siguientes horas en que México decide un rumbo en su devenir, en el que el régimen reclama el control de la narrativa.