Su representación local, la Sección 19, no ha sido la excepción, como lo confirma el hecho del abandono de sus funciones de su representante, quien hoy ocupa una diputación federal.
Ahora que la dirigencia nacional autorizó elegir nuevos representantes, la lucha por el poder seguramente hará enarbolar las mejores causas a cada uno de los grupos internos, aunque al final todo eso signifique demagogia y oportunismo en un momento crucial para el gremio, cuando comienzan a sentirse los efectos de la reforma educativa.
Si en el proceso de cambio la estructura de control sindical es rebasada, seguramente la inestabilidad del gremio terminará por afectar a la sociedad morelense, de allí la enorme responsabilidad de los encargados de conducir el proceso, pero sobre todo de los profesores, los militantes de un sindicato que no les pertenece pero que alimentan de manera ciega con sus cuotas.