García Aragón hacia su vida normal cuando fue interceptado en algún punto de Cuernavaca, privado de su libertad y posteriormente asesinado.
El C5, como llaman al elefante blanco desde donde supuestamente se vigilan las calles y lugares públicos, no sirvió para encontrarlo a tiempo.
Y con él son catorce los abogados que han sido asesinados en los últimos años. Y cientos los ciudadanos de todas las ocupaciones, hombres, mujeres y niños, que han caído víctimas de la negligencia oficial, que -todo indica- acabará hasta que finalice el sexenio.