Sin embargo, los recursos reclamados por los padres de familia ya estaban presupuestados y no entregarlos equivale a desparecerlos, a menos que haya una justificación legal.
En los últimos meses, gobierno que encabeza Graco Ramírez ha visto impasible como surgen por doquier reclamos sociales derivados casi todos de la falta de entrega de los recursos presupuestados para programas, obras y servicios públicos que hoy simplemente no aparecen.
El dinero no puede desaparecer de repente. Y cuando tiene origen público, debe aclararse satisfactoriamente su uso, ninguna de las cosas que hasta hoy ha ocurrido con ese y otros temas.
Los encargados de los órganos de fiscalización comienzan a hacerse merecedores de fuertes sanciones por los delitos en que incurren a través de una omisión que ya es inocultablemente complicidad.