A ello hay que sumar la mucho muy escasa consolidación de los quereres partidistas, de ahí los constantes movimientos personajes que hoy juegan aquí, mañana allá y pasado en el restante. En esos terrenos, un solo partido ha tenido consistencia y se le debe reconocer: Acción Nacional. Ya los errores internos, los cotos de poder son otra cosa, ero tienen mayor compromiso y no andan de un lado para otro. Y conocemos familias enteras, priistas, que no les interesa ni se ocupan de quienes son los candidatos el día de la elección: votan en cascada. Lo que todavía no se establece en los otros.
Bueno, por lo mismo y gracias al blog del Chinelo Guardíán, recurrimos a fragmentos de columnas que nos sirven para el recuerdo, la añoranza y la precisión. A veces no pasa de ahí. Esto es una parte:
20 octubre 2009
¿Changos Mugrosos? No, es Graco y sus amigos
Desde diversas vías nos llegaron las aclaraciones respecto a que uno de los cinco diputados que llevó el PRI a San Lázaro, no dijo que los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas eran unos “Changos mugrosos”. No, el cuate este se refirió, según él, al senador del PRD, Graco Ramírez Garrido Abreu. O sea que el “chango mugroso” es Graco y no El Fifi Porcayo ni La Chaparra Rogel, tampoco El Cabezón, El Charro, Juan y Arturo Escobar, su primo Angel El Grillo Zamilpa ni Los Cleitos y menos Los Toledo de La Estación. (Agregamos al querido Benito Nájera Quiroz y sus Titanes José, Alfredo y Fabían, que hasta este día, 8 de julio del 2012, nunca aceptaron ir por su finiquito y se quedaron sin nada, pero con la dignidad bien puesta). Qué bueno, porque los eléctricos que sin conocerlo votaron por el legislador este, respiraron cuando les dijimos que ellos no eran los aludidos, sino Graco Ramírez. “De todos modos ni conocíamos al mono ese y seguro ni lo vamos a tratar…” Bueno, el diputado no dijo lo que se publicó que dijo y los jubilados y despedidos del SME ya tienen menos carga en sus cabezas porque si bien conciliaban el sueño, hubo dos o tres, chaparritos, que nos buscaron para mediar “un tiro derecho” y les aseguramos que no tenía sentido, que con cualquiera de ellos la pelea era dispareja, que no fueran abusivos. Entendieron y acordaron una sola cosa: si al diputado en mención se le ocurre buscar otra posición electoral saldrán a las calles para pedirle a la gente que no lo hagan, que primero acumule méritos y luego se suba al carro de los aprovechados como sucedió el 5 de julio pasado. Apiñado en las espaldas de Manuel Martínez Garrigós casi deja jorobado a éste. Pero para buena fortuna del susodicho le alcanzó para ganar aunque con 17 mil votos menos que el casi alcalde de Cuernavaca. Y vaya que 17 mil votos no es cualquier cosa. Si no, preguntemos en Atlatlahucan, que la diferencia entre ganar o perder el ayuntamiento fue un solo voto o en la diputación de Temixco y Zapata, que no pasaba de 20 …
¿Aquellos 70 Millones?
No hombre, de que existe El Cártel del Agua, existe. Ahí están, con la apariencia de únicos conocedores del medio pero cada vez logrando mayores espacios y ganancias. Es una red bien organizada de hampones que lucran con el elemento vital en la vida del ser humano: el agua. Ahora resulta que se deben 40 millones en el SAPAC, el sistema de Cuernavaca, y el que les cobra es la Comisión Federal de Electricidad. Si bien Manuel Martínez sabe que es un área complicada, tendrá que mostrarnos a los morelenses que sus tamaños van más allá del amago. Que se agarren. El Cártel del Agua no fue un invento de esta columna hace años. ¿Recuerdan los 70 millones que solicitó Adrián Rivera Pérez, alcalde de Cuernavaca, en la víspera electoral del 2006? Bueno, damos mocho que estos 40 melones son un saldo de aquello. Ya se cobraron ellos hacia adentro, pero cualquier rubro es bueno para sorprender. Qué organismo descentralizado ni que nada. Es el Cártel del Agua y van a seguir haciendo de las suyas. Por cierto: ¿Qué rápido se van tres años? ¿O no?