A nadie se le puede juzgar ni estigmatizar por el lugar que ha nacido, eso nos queda muy claro. Es una forma de discriminación calificar a alguien por su oriundez, máxime cuando es dentro del territorio mexicano. “Morelos para los morelenses” es una frase que no aplica ya en nuestros tiempos, menos en Morelos donde el 60 por ciento de sus habitantes provenimos de otras entidades.
Por otro lado, también es muy común que cada jefe policiaco haga lo posible por rodearse por gente de su confianza.
¿Se acuerdan cuando Jorge Carrillo Olea militarizó la seguridad pública de Morelos? Irónicamente no puso generales, sino puros capitanes, Abraján, Ariño, Miyazawa, Torga, y muchos más.
Entonces no debemos sorprendernos de que hoy la Seguridad Pública de Morelos esté depositada en un grupo de veracruzanos, muchos de ellos oficiales de la Secretaría de Marina con oficio de comisión o permiso, comenzando por el titular, José Antonio Ortíz Guarneros, con grado de vicealmirante.
De acuerdo con documentos oficiales, los “jarochos” que acompañan al vicealmirante Guarneros en esta aventura en Morelos son:
Dino Rafael Gutiérrez Hernández, director general del Centro Estatal de Análisis de Información sobre Seguridad Pública; Luis Enrique Barrios Ríos, director general de la Academia Estatal de Estudios Superiores; Juan Pablo Roldán Minero, director de la PIBA (teniente del Ejército, recomendado por el almirante Sergio Lara Montellanos, gran amigo de Guarneros); Merary Pimentel Laines, directora de Asuntos Internos; Shalom Yesabet Prince Jiménez, directora del C5; Raúl Gómez Cruz, director general de inteligencia policial; Carlos García Cruz, coordinador operativo de seguridad pública; Alfonso Moreno Tacuba, director general de Unidades Especiales.
Todos ellos trabajaron en el gobierno de Javier Duarte (preso en el Reclusorio Norte), al mando del entonces secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien abandonó la cárcel apenas el 25 de diciembre pasado. Ocuparon el mismo cargo o lo más parecido al puesto que hoy desempeñan con Guarneros.
Ya no aparece Federico Rivas Valdés, capitán de la Semar, quien fue escolta personal de Javier Duarte y posteriormente subsecretario de Seguridad Publica en Veracruz. Fue el segundo al mando en la CES de Morelos durante un año y hoy es secretario de Seguridad Pública de Mazatlán, Sinaloa.
Un caso especial es el de Pedro Osorio Llamas, de quien hablamos hace algunos días en esta columna, que no aparece en nómina pero se desempeña como director de la Policía de Tránsito del Estado, cargo que ocupó ya en la entidad veracruzana, al igual que el de subdirector del Transporte.
Pero los veracruzanos no solamente están en la CES, sino también en el sistema penitenciario, donde el vicealmirante mantiene de manera incondicional a Jorge Israel Ponce de León Borquez, director de Tránsito en el gobierno de Duarte.
Araceli Munguía Toledo, directora general de Administración del Sistema Penitenciario, a quien medios de comunicación de Veracruz mencionan como involucrada en un caso de corrupción por su cercanía con Arturo Bermúdez Zurita en Veracruz.
Priscila Ramírez Plata, coordinadora de Vinculación, trabajaba como secretaria particular de Arturo Bermúdez Zurita. Ella es hija de Jorge Ramírez Tubilla quién es primo de Karime Macías Tubilla, la esposa del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte.
Como verá usted, estimado lector, Morelos resultó ser refugio de ex duartistas. Pero ese no es el problema, sino los compromisos que pudieran traer algunos de ellos.
Caso específico el de Raúl Gómez Cruz, con clave “Piloto”, quien ya estuvo detenido por haber golpeado a su pareja, y quien es señalado en diversas narcomantas como un protector de narcos.
Es este servidor público de quien habla en su denuncia el director de seguridad pública de Cuautla, Israel Nieto Pliego. Según este jefe policiaco, la tarde del sábado, tres hombres pidieron auxilio pues habrían escapado de una casa de seguridad tras haber sido secuestrados en el Estado de México.
Los policías, apoyados por la Guardia Nacional, acudieron a la casa donde los tres hombres decían haber estado secuestrados, y supuestamente una mujer les permitió el acceso, y detrás de un vehículo descubrieron a un hombre que, a decir de los oficiales, portaba un arma larga. Por ello, la pareja fue detenida, debido a que también fue señalada por las víctimas de golpearlos y mantenerlos en cautiverio.
Pero lo que parecía ser un caso de éxito rotundo se convirtió en un problema. Llegó el comandante Landa (Ángel Landa Hernández, director general de la Policía Preventiva, veracruzano) y les dijo que habían cometido allanamiento y que se habían perdido 700 mil pesos. Ordenó la liberación de los supuestos secuestradores y la detención de los supuestos secuestrados.
El director de seguridad pública municipal decidió hacer pública su denuncia y convocó a medios de comunicación la misma noche del sábado, para denunciar que los directivos de la CES están protegiendo a delincuentes, específicamente el que se identifica con la clave “Piloto”. “Los detenidos por secuestro dijeron que ya se habían arreglado con Piloto”, señaló el comandante Nieto.
Ayer domingo, la CES emitió un comunicado en el que desestima los señalamientos de Israel Nieto Pliego en contra de Raúl Gómez Cruz y Ángel Landa, y pone como presunto responsable de allanamiento y robo al director de la Policía Municipal de Cuautla, de quien asegura ya se tienen denuncias anteriores.
En entrevista, el vicealmirante Ortíz Guarneros aseguró que “meto las manos al fuego por él”. Sí, igual que Carrillo Olea metió las manos al fuego por Jesús Miyazawa, y Sergio Estrada metió las manos al fuego por Agustín Montiel. Y los dos salieron quemados.
En el asunto de Cuautla obviamente alguien miente. Todo apunta a que se trata de una pugna entre dos grupos delincuenciales, uno apoyado por la policía de Cuautla (morelenses), y otro apoyado por los veracruzanos que manejan la Policía Estatal.
Ojalá la investigación realmente llegue a fondo.
HASTA MAÑANA.