Antipatía: “sentimiento, generalmente instintivo, de repulsa o rechazo hacia una persona o hacia su actitud o comportamiento, que provoca encontrar desagradable su presencia, no desear que las cosas le salgan bien” (Deconceptos.com).
Hugo Eric Flores es el más claro ejemplo de lo que es un hombre antipático. Y esa característica no sería mayor problema si fuera un acaudalado empresario o un astronauta, pero es un político, o más bien, un anti-político.
En tres ocasiones lo hemos visto en actos públicos y su comportamiento ha sido el mismo. Llega tarde, no saluda a nadie y se sienta en un rincón poniendo una cara de “a ver a qué horas te das cuenta de mi presencia y me pides que suba al presídium”.
El primer evento en el que advertimos de su presencia fue el 12 de diciembre del 2018, cuando el gobernador Cuauhtémoc Blanco acudió a la misa que los trabajadores del Palacio de Gobierno organizaron en la planta baja del edificio.
Nos dio curiosidad saber qué actitud tomaría el ministro de culto de una organización religiosa (evangélica) al ver al mandatario estatal y casi todo su gabinete en una misa a la virgen de Guadalupe. Subió las escaleras lentamente mirando bajo el hombro a la muchedumbre que cantaba alabanzas a la guadalupana.
La otra ocasión fue en una conferencia de prensa en el C5 a raíz del conflicto entre policías estatales y la municipal de Cuautla. Fue incluido en el presídium porque después de la conferencia tendrían una reunión sobre seguridad (que nunca he entendido por qué asiste un delegado de programas sociales a una reunión en la que nada tiene que ver).
Y la última fue el pasado 29 de enero, cuando autoridades de los tres niveles de gobierno reinauguraron las instalaciones del Ministerio Público en el Municipio de Yautepec (la primera vez fue con el procurador Francisco Coronato Rodríguez). Para variar llegó tarde, y metió en un predicamento a los organizadores porque tuvieron que hacerle un espacio a un lado del fiscal Uriel Carmona.
Ayer volvió a ser noticia. La primera vez fue cuando se aventó la declaración de que “Morelos es violento pero no inseguro”. Luego apareció a nivel nacional cuando en una reunión en la que pensaba que nadie estaba grabando, aseguró que el presidente López Obrador le confió que no está contento con su partido y que si siguen igual se va a salir de Morena y les va a exigir que le quiten el nombre.
En su edición de ayer, el periódico Excélsior publicó que “alegando respeto a sus derechos propagandísticos, superdelegados de programas federales en los estados buscan que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) les retire sanciones por promoción personalizada y les permita el libre ejercicio de recursos públicos y la divulgación de logros gubernamentales”.
Explica el rotativo que mediante 39 impugnaciones presentadas ante la Sala Superior del máximo tribunal en materia electoral, los funcionarios buscan echar atrás el fallo de la Sala Regional Especializada del propio TEPJF, que determinó que los “superdelegados” y los funcionarios de la Secretaría de Bienestar incurrieron en propaganda gubernamental, con elementos de promoción personalizada y uso indebido de recursos públicos y de la imagen del jefe del Ejecutivo.
Las impugnaciones provienen de funcionarios federales de 24 estados. Entre los superdelegados que las promovieron destacan Reyes Flores Hurtado, de Coahuila; Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, de Guerrero; Roberto Pantoja Arzola, de Michoacán; Hugo Eric Flores Cervantes, de Morelos; Rodrigo Abdalá Dartigues, de Puebla; Lorena Cuéllar Cisneros, de Tlaxcala; Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, de Veracruz, y Joaquín Jesús Díaz, de Yucatán, “quienes suenan como posibles aspirantes a las gubernaturas de sus estados” (que no es el caso de Hugo Eric Flores).
En la Sala Superior del máximo tribunal en materia electoral se registraron 39 recursos de impugnación en contra de la resolución que emitió la Sala Regional Especializada del propio Tribunal Electoral, que determinó que los superdelegados y los funcionarios de la Secretaría de Bienestar incurrieron en propaganda gubernamental, con elementos de promoción personalizada y uso indebido de recursos públicos, así como el uso indebido de la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador y la mención de logros cumplidos en diversas frases.
En la ponencia del magistrado Reyes Rodríguez Mondragón están concentrados los recursos de revisión del procedimiento especial sancionador de los funcionarios federales sancionados por incurrir en violaciones al artículo 134 constitucional, que establece el uso imparcial de los recursos públicos y prohíbe la promoción personalizada de los servidores públicos.
Ahora, los superdelegados del gobierno federal en los estados, así como los subdelegados, los asignados como funcionarios regionales y los servidores de la nación tienen registradas sus impugnaciones para que desde la Sala Superior se resuelva no sólo que no sean sancionados, sino que puedan ejercer libremente la distribución de los recursos y la promoción de logros gubernamentales, principalmente en el contexto de los próximos procesos electorales.
Y en la búsqueda de información sobre Eric Flores en la red de redes nos encontramos una verdadera joya:
Es una declaración del presidente del Partido de la Revolución Democrática en la Ciudad de México (PRD-CDMX), Raúl Flores, en el 2017, cuando la alianza Morena-PES era solamente una broma de mal gusto.
“Lo que tenemos con este nuevo acuerdo político de Morena con el partido de Hugo Eric Flores Cervantes es la unión de un partido cuasi religioso con uno confesional como Encuentro Social, que al igual que el partido de López Obrador fue impugnador de la Constitución de la CDMX por ser el pacto social progresista y de más avanzada de todo el país. Ambos crean un frente oscuro y de secta muy riesgoso, pues tiene como objetivo meter reversa y someter a consulta los derechos humanos y las libertades civiles que hoy, después de años de lucha, son plenamente reconocidos y protegidos en nuestra ciudad”.
Y luego viene la anécdota:
“…durante su paso como asambleísta constituyente, Hugo Eric Flores propuso regresar a la denominación de Distrito Federal para nombrar a la capital del país y no Ciudad de México, asegurando que las siglas CDMX eran “de Satanás”, pues según él y sus supuestas cuentas matemáticas hechas con dicha abreviatura, las letras CDMX están estrechamente vinculadas con el número 666, supuestamente satánico o del Diablo”.
HASTA MAÑANA.