Tradicionalmente nos imaginamos a los psicópatas como hombres “feos”, de mirada torva y de clase social baja, pero nunca reparamos en que un homicida en potencia puede ser joven, atractivo físicamente y de un nivel económico medio o alto. Lo peor es que lo podemos tener muy cerca y no nos imaginamos su peligrosidad.
Un ejemplo de ese tipo de personas es Jhonny Jeffrey, un muchacho de 24 años que hoy es buscado por la Interpol acusado de asesinar a su ex novia, Lesley Ayleen, estudiante de odontología de una universidad particular ubicada en la colonia Teopanzolco, hechos ocurridos el 6 de junio del 2018.
Ese día, la joven de 20 años ya no llegó a la casa donde vivía con su madre. Preocupada, comenzó por buscarla en la universidad donde estudiaba, pero ahí el dijeron que Lesley se había retirado al terminar sus clases, alrededor del mediodía.
Sus familiares y amigos comenzaron a buscarla y difundieron su fotografía en redes sociales. La Fiscalía del Estado iba a emitir la ficha de búsqueda pero ya no fue necesario. A las 19 horas se reportó el hallazgo del cadáver de una joven en la avenida Vía del Ferrocarril, colonia Tesoros de Tepoztlán, Barrio San Juan Tlacotenco, municipio de Tepoztlán.
A la mujer le pusieron una bolsa en la cabeza, la golpearon con una piedra hasta matarla y luego le prendieron fuego, pero no alcanzó a quemarse por completo.
La Policía de Investigación Criminal inició con las indagatorias, comenzando en la Universidad, donde las cámaras de vigilancia demostraron que abordó una camioneta de transporte de esa institución educativa, misma que la dejó sobre la avenida Plan de Ayala, donde la recoge un vehículo Chevrolet Sonic color blanco.
A la búsqueda se unió el abogado Gibrán Haro Álvarez, quien de manera gratuita se ofreció a asesorar jurídicamente a la madre de Lesley.
Afortunadamente en una cámara de videovigilancia pudo verse claramente las características del vehículo y seguir su trayecto, que fue al norte de la ciudad.
“Ahí es cuando se decide iniciar la búsqueda de diversos negocios de Ocotepec, sobre la carretera hacia Tepoztlán, donde en diversos videos se observa a Lesley y a una persona al parecer hombre; en una de las cámaras se ve cómo se dirigen hacia el municipio de Tepoztlán ambos, y después de algunos minutos, el vehículo vuelve a pasar por la cámara pero ahora sin la presencia de Lesley”, recuerda el litigante.
Una cámara capta muy cerca el vehículo y es entonces cuando la madre de la hoy occisa reconoce plenamente al hombre como Jhonny Jeffrey, un muchacho con el que anduvo su hija algún tiempo, pero que tuvo que cortarlo porque era demasiado celoso.
A partir de ese momento la búsqueda se enfocó hacia Jhonny Jeffrey. La Fiscalía logró obtener una orden de cateo para tratar de detenerlo en la casa donde el joven vivía con su madre, pero cuando llegaron lo único que encontraron fue el vehículo Sonic que utilizó para llevar a su ex novia al lugar donde la mataría.
Llamó la atención de los investigadores que la madre de Jhonny se mostró muy segura en sus declaraciones, afirmando que desde ese día, 6 de junio de 2018, no había vuelto a ver a su hijo, pero que dudaba que él fuera el responsable del crimen.
Las pruebas presentadas por el fiscal y el asesor jurídico fueron contundentes, y apenas unos días después del asesinato obtuvieron una orden de aprehensión contra Jhonny Jeffrey, sin embargo, no ha podido ser localizado ni siquiera a través de la Interpol, que ya emitió una ficha roja.
Aparejado a la investigación se inició la queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, esto para que emitiera una resolución a fin de que la madre pueda acceder al Fondo de Víctimas de Delitos del Estado de Morelos, pero hasta el momento no ha tenido una respuesta satisfactoria.
Es evidente que el presunto feminicida está siendo protegido por su familia, ya que sólo así pudo evadir la acción de la justicia. Hijo de padres divorciados, Jhonny Jeffrey siempre fue un muchacho conflictivo que no fue canalizado adecuadamente y que hoy lo siguen ayudando para que pueda continuar su vida en otra entidad o quizás en otro país.
Al concluir la preparatoria ya no quiso seguir estudiando y se dedicaba a trabajar en una empresa de transporte público por aplicación, utilizando el coche que le prestaba su cuñado.
Durante la investigación, con el apoyo de la Fiscalía de Querétaro se pudo contactar con su padre, quien radica desde hace varios años en aquella ciudad, pero éste refirió que su hijo llegó de visita por esas fechas y le dijo que se quedaría con él unos días, pero justo antes de que llegara la Policía a buscarlo, le pidió dinero y ya no regresó.
A dos años de distancia la madre de Lesley sigue pidiendo a las autoridades una respuesta a sus peticiones. Al fiscal Uriel Carmona, quien conoce perfectamente el caso, le insiste en que continúe con las acciones de búsqueda pues se deduce que sigue en contacto con sus familiares.
Al titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, Raúl Israel Hernández Cruz, que emita la resolución que se requiere para acceder al Fondo de Ayuda a Víctimas, y al gobernador Cuauhtémoc Blanco que la reciba como lo han estado solicitando desde que ocurrieron los lamentables hechos.
Y es que desde que fue la desaparición de la joven, grupos opositores al gobierno intentaron abanderar la causa, pero la familia pidió que no hicieran marchas ni manifestaciones, sino que dejaran trabajar a las autoridades hasta esclarecer el caso.
Ya pasaron dos años, ya se sabe quién fue el responsable, pero no se ha logrado dar con su paradero para llevarlo ante la justicia.
Así que hoy un psicópata con cara de muchacho bueno anda suelto, haciendo su vida normal en alguna ciudad de este país, y así como mató a Lesley por celos, puede atentar contra la vida de cualquier otra mujer que caiga en sus garras.
HASTA MAÑANA.