Deberíamos empezar por la capital del estado, pero en virtud de que no nos alcanzaría el espacio para enumerar la cantidad de personas que aspiran a gobernar Cuernavaca, hemos decidido iniciar el análisis pre-electoral con Temixco, donde la lista de aspirantes se reduce a cuatro: Jazmín Solano (reelección), el hoy diputado Andrés Duque Tinoco, el abogado Wilbert García Orozco y el hoy síndico Ángel Cortés.
En la práctica estaríamos hablando de una “segunda vuelta” de aquella jornada comicial del uno de julio del 2018, cuando Jazmín Juana Solano López se benefició con la “ola morena” y se impuso al priísta Andrés Huicochea Santaolaya, el perredista David Martínez y Wilbert García Orozco, quien iba por la alianza Movimiento Ciudadano y Acción Nacional.
Recuérdese que en este municipio, al igual que en la mayoría de la entidad, fueron juntos los partidos Morena, PT y PES, incluso le concedieron la primer regiduría a la locutora Damaris Romero, quien ya se había destapado como aspirante a la alcaldía por el Partido Encuentro Social y de esta forma, en lugar de ser una competencia, fue una aliada.
Por otra parte, Solano López venía de ser la oficial mayor del gobierno que debía encabezar Gisela Mota (quien compitió bajo las siglas del PRD, pero no de la corriente de Graco Ramírez, sino de su acérrimo rival, Fidel Demédicis) pero que se vio abruptamente interrumpido por las balas de la delincuencia organizada.
En las negociaciones para que la presidenta municipal suplente, Irma Camacho, pudiera tomar protesta, resultó nuevamente beneficiada Solano López, al quedar en el primer círculo, ese que siguió firmando documentos aún después de muerta la profesora Camacho.
Así, la que fuera administradora del Sistema de Agua Potable de la colonia Rubén Jaramillo de pronto se vio fortalecida con la imagen de Gisela Mota, el apoyo económico de la alcaldesa suplente Irma Camacho y el espaldarazo del diputado federal (primero perredista y después morenista) Javier García “El Gato” así como del ex diputado federal Anastacio Solís Lezo.
La administración de Jazmin Juana ha resultado de regular a mala, según la opinión de los temixquenses, aunque habría que reconocer que no todo es culpa de ella. Las anteriores administraciones (panistas, priístas, perredistas) han saqueado a Temixco a mas no poder, y la nómina se ha duplicado varias veces en los últimos años sin que haya ingresos propios más que los que se generan por la llegada de tiendas comerciales y unidades habitacionales.
La delincuencia organizada se ha asentado en el territorio temixquense y hasta la fecha sigue controlando diversas áreas del Ayuntamiento.
Por si no fuera suficiente con todo lo anterior, la pandemia vino a afectar todas las actividades y obligó al Ayuntamiento a reducir el sueldo a sus trabajadores, lo que provocó inconformidades.
El Palacio Municipal que tanto había prometido, quedó sólo en proyecto, al igual que otras obras que le pidieron en campaña.
En resumen, su trabajo como presidenta municipal difícilmente le servirá como bandera para buscar la reelección. Su estrategia será el disculparse por lo que no hizo y pedir una segunda oportunidad para realizarlo del 2021 al 2024. Eso sí, ha ayudado a mucha gente (clientelismo) y cada sábado se pone a barrer las calles.
Pero en esta ocasión ya no tendrá el respaldo de las figuras de Andrés Manuel López Obrador y el futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Eso es algo que podrían aprovechar sus competidores, principalmente Wilbert García Orozco y Andrés Huicochea, pues en el caso de los otros dos que mencionábamos están a expensas de lo que decidan sus dirigencias estatales y tanto Andrés Duque como Ángel Cortéz podrían recibir una candidatura a la diputación como premio de consolación.
Wilbert García Orozco se ha estado moviendo y ya tiene bien analizado qué fue lo que le faltó hacer en el 2018 y hoy lo vemos con mucho entusiasmo para lograr -ahora sí- la presidencia municipal de la localidad donde radica desde hace muchos años.
Es un hombre bien preparado académicamente y ha tenido una trayectoria limpia en la administración pública, aunque la mayor parte de su vida la ha dedicado a la postulancia como representante legal de importantes empresas a nivel nacional.
Y es que lo que requiere Temixco es tener estabilidad política y social, la que parecía que iba a tener con el médico Miguel Ángel Colín pero que resultó un fiasco. A ese municipio, considerado “dormitorio” de la capital de Morelos y cuya ubicación geográfica es de vital importancia, lo han saqueado a más no poder.
Ya es justo que tengan un alcalde (varón, porque ya lleva cuatro mujeres al hilo y nada más no pueden) con la suficiente inteligencia para hacer proyectos productivos que realmente beneficien a los que residen en Temixco, y que reduzca sustancialmente los niveles de delincuencia. Con esos dos rubros ya están del otro lado.
Andrés Duque Tinoco es la antítesis del abogado Wilbert García Orozco en todos los aspectos, hasta físicamente. Es un “hombre de rancho” que le gusta montar a caballo y tiene un hijo que canta música de banda. Desde mucho antes de que fuera diputado ayuda a la gente que menos tiene y es “el compadre que todos quisieran”.
Bien haría en cambiar de “look”; dejar de vestir como narco y alejarse de quienes tienen fama de serlo. Finalmente es representante (tanto él como su esposa Fabiola Urióstegui) del instituto político al que pertenece el gobernador del estado, y debe dar una imagen acorde con el Partido Encuentro Social (con orígenes cristianos, no se nos olvide).
Finalmente mencionaremos los nombres de personajes que seguramente veremos en las boletas de las elecciones del seis de junio del año próximo, como pudiera ser David Martínez, Gerardo Hurtado de Mendoza Armas, Nereo Bandera o sus parientes, Yuriana Lázaro Landa y hasta la ex diputada Silvia Irra Marín.
HASTA MAÑANA.