Previo al día de las elecciones, existe un periodo en el que los ciudadanos deben tener un tiempo para reflexionar sobre el voto que emitirán, así como sobre las propuestas de cada partido político y los candidatos que los representan. Este lapso es llamado veda electoral. El Instituto Nacional Electoral (INE) define este periodo como un conjunto de medidas que tienen el objetivo de generar condiciones para que la ciudadanía reflexione el sentido de su voto en libertad.
Lo anterior es lo que debería ser, pero en los hechos, es en este periodo donde se puede definir una elección, máxime cuando estamos en medio de una pandemia y tenemos 23 partidos políticos que se disputan los cargos de elección popular.
Es en estos días cuando los candidatos o sus representantes visitan discretamente a sus contrincantes para ofrecer un acuerdo de última hora que les permita allegarse de más votos, o bien, se entrevistan con líderes sindicales que les ofrecen el voto corporativo aunque no haya garantía de ello.
Los partidos grandes generalmente dedican estos días a afinar su estructura formal que los habrá de representar en las casillas para vigilar que no les roben los votos. Eso es algo muy importante: la defensa del voto. Desgraciadamente, en este proceso electoral no más de cinco partidos podrán cumplir con ese requisito.
En el caso de Cuernavaca, son alrededor de mil personas las que requiere un partido para tener su representante en cada una de las casillas con sus respectivos jefes de zona que se andarán moviendo por toda la ciudad.
Por una parte está bien que no todos los partidos tengan representante porque, ¿se imagina una casilla con un representante por cada uno de los 23 partidos legalmente registrados?
Ahora bien, ¿Qué prohíbe la veda electoral?
En términos generales, durante este periodo están prohibidos los actos de campaña y proselitismo electoral, propaganda electoral y gubernamental, excepto las campañas de gobierno relacionadas con servicios de salud, educación y/o protección civil.
Asimismo, queda prohibida la difusión y publicación de resultados de encuestas o sondeos de opinión sobre preferencias electorales, ya sea por parte de los partidos políticos o de medios de comunicación legalmente reconocidos.
Ayer por la noche debatíamos con algunos colegas sobre lo que se puede hacer y lo que no durante la veda electoral. El que esto escribe sostiene que los usuarios de Facebook no tienen limitantes sobre el uso de sus respectivos muros, y que lo que ellos publiquen no afecta al candidato que apoyen.
Una compañera nos decía que “si eres periodista y haces proselitismo puede haber problema”, a lo que este servidor le contestó que si lo haces desde tu cuenta personal de Facebook, Twitter o Instagram, no hay nada que te lo impida.
Ciertamente, desde el punto de vista ético un periodista no debería pronunciarse por ningún candidato, pero eso ya es otra cosa. Jurídicamente no es posible determinar si esa cuenta que aparece en Facebook con el perfil de Juan Pérez, realmente pertenece a Juan Pérez. Y en caso de que lo fuera, ¿cómo someterlo a un procedimiento si se carece de domicilio para oír y recibir notificaciones?
Lo que sí hay son los Lineamientos que ha emitido el INE en esta materia desde 2014, los cuales se han venido perfeccionando con la experiencia de cada proceso electoral y la retroalimentación de la industria de la radio y televisión, por lo que cada vez su contenido es más preciso y reflejan de mejor forma los objetivos de libertad, objetividad e imparcialidad que deben regir en la vida democrática del país.
“Se han aplicado en 200 procesos electorales federales y locales, han contribuido al debate democrático a que las y los ciudadanos ejerzan su derecho a la información, a que la sociedad conozca en condiciones de equidad las propuestas de partidos y contendientes y a que los medios de comunicación cumplan su rol en clave democrática con libertad”, dijo el consejero presidente Lorenzo Córdova (Lencho, le dicen despectivamente los medios pro-AMLO).
Por su parte, la presidenta del Comité de Radio y Televisión, Consejera Claudia Zavala Pérez detalló que el objetivo de estos lineamientos generales “no conlleva a ninguna obligación ni imposición, ni deber sino simplemente, la invitación a los medios de comunicación a sumarse a la construcción de un marco de competencia electoral transparente y equitativo que propicie elecciones sin descalificación ni discordia y que permita llevar a la ciudadanía a la información necesaria para la emisión de un voto razonado e informado, pero también y en estas condiciones actuales libre de toda violencia”.
Mencionó que para los Lineamientos se consultó a las organizaciones que agrupan a concesionarios de radio y televisión y a las y los profesionales de la comunicación, de quienes se recibieron 13 respuestas, de las cuales cinco correspondieron a concesionarios y ocho a profesionales, entre estos últimos se identificó a 12 especialistas en materia de género, 2 instituciones de educación superior, además, de las defensorías de la audiencia de Radio Educación.
Derivado de ello, se incluyó en los Lineamientos, los siguientes temas:
La equidad y presencia en los programas que difunden noticias; prohibición constitucional de transmitir publicidad o propaganda como información periodística y noticiosa; las opiniones y las notas; el derecho de réplica; la vida privada de las y los candidatos; promoción de los programas de debate entre las y los candidatos; no discriminación; igualdad de género; violencia política contra las mujeres en razón de género; candidaturas independientes; reelección y las noticias falsas (fake news) en los procesos electorales durante todo el proceso, no sólo durante la veda electoral.
Eso es lo deseable, pero en la práctica vemos que algunos periódicos siguen publicando encuestas que supuestamente ellos elaboraron, sólo para venderle la portada al candidato que sale beneficiado con el supuesto “estudio de opinión” de marras.
HASTA EL LUNES.