No se sabe de quién fue la idea, pero el plan parecía infalible: aprovechar el día de las elecciones para perpetrar la fuga, pues los elementos policiacos, tanto federales como estatales, estarían muy cansados y reaccionarían tardíamente. Para evitar que se filtrara la información sólo se contaría con el apoyo de un elemento de guardia y custodia al que previamente le habían dado 10 mil pesos con la promesa de depositarle más dinero cuando se concretara el escape.
Dicen que Edwin Santiago es el hijo consentido de Santiago Mazari Hernández, alias “El Carrete”, detenido en agosto del 2019 en Filo de Caballo, municipio de Leonardo Bravo, estado de Guerrero, y actualmente preso en una cárcel federal. Es al único que le puso su nombre y es el heredero de toda su fortuna… o lo que le dejen las autoridades.
Originarios de Puente de Ixtla, los Mazari Hernández eran una familia como cualquier otra que se ganaban la vida en la siembra del arroz, y como es costumbre en las regiones rurales, al cumplir los quince años los varones emigran a los Estados Unidos. Santiago se fue siendo un adolescente con secundaria trunca, y regresó convertido en un adulto que en nada se parecía al muchacho que conocieron los ixtlecos.
Muy pronto el sobrenombre de “El Carrete” comenzó a hacerse famoso en el sur del estado de Morelos y los límites con el estado de Guerrero. Se asentó en el poblado de San Gabriel Las Palmas, municipio de Amacuzac, donde su tío Alfonso Miranda había logrado consolidar un cacicazgo y podía darle protección. Por eso ahí instaló un enorme rancho y se hizo llamar “el Señor de los Caballos”.
Fue detenido por primera vez en el 2008 en posesión de enervantes pero obtuvo un beneficio de preliberación en 2010 y volvió a sus actividades ilícitas con mayor fuerza hasta convertirse en uno de los objetivos más importantes para el gobierno federal, por lo que se desató una verdadera cacería en la zona sur del país.
Acorralado, “El Carrete” se escondió en la sierra de Guerrero donde fue detenido en agosto de 2019 por el Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG) en la comunidad de Corral de Piedra, municipio de Leonardo Bravo, donde permanecía atrincherado. De inmediato fue trasladado al Penal de Puente Grande y un año después sentenciado a dos décadas de cárcel por delincuencia organizada.
Además de su tío Alfonso Miranda, también fue detenido su hermano y su principal lugarteniente. Pero no paró ahí la cacería del gobierno federal, sino que se fueron también contra sus hijos, que habían incursionado en los negocios de su padre.
Edwin Santiago fue detenido en diciembre de 2019, luego de ser señalado de participar en el secuestro y homicidio de dos jóvenes en el municipio de Amacuzac, Morelos. Según la denuncia, privaron de la libertad a dos víctimas, uno de 20 y otro de 15 años, a quienes trasladaron hasta una casa de seguridad para privarlos de la vida e inhumarlos clandestinamente en un rancho de la región sur poniente del estado, pero de ese crimen no pudieron comprobarle nada al hijo de El Carrete.
En el mes de septiembre de 2020, el adolescente fue llevado a juicio oral, donde obtuvo por parte del Juez de Enjuiciamiento Especializado, un fallo absolutorio al argumentar que no se tenían elementos para acreditar la responsabilidad penal. Dicha resolución fue combatida por el Agente del Ministerio Público a través del recurso de apelación, correspondiendo al Tribunal Unitario realizar un análisis integral de la información ventilada en el juicio oral, resolviendo revocar la sentencia absolutoria, encontrando penalmente responsable al adolescente de haber participado en el secuestro de las dos víctimas, imponiendo en su contra la sanción consistente en pasar cinco años en el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA) ubicado en el poblado de Alpuyeca.
La madrugada del 7 de junio, Luis Dennis condujo a Edwin Santiago, abriendo las esclusas de seguridad, por un pasillo con dirección a la puerta principal del CEMPLA, ubicado en Alpuyeca. Al llegar a la última esclusa fueron alcanzados por personal de seguridad y custodia de dicho centro especializado, interviniendo Luis Dennis mediante el uso de la fuerza para permitir que Edwin Santiago se evadiera.
Por su parte, Edwin Santiago corrió hasta la puerta principal, donde se encontró con un elemento de custodia más, quien mediante el empleo de un arma de fuego intentó disuadir la evasión, no obstante, Edwin Santiago corrió contra el elemento tumbándolo al suelo, forcejeando y desarmándolo, para que, mediante amenazas de matarlo, lo dejara salir.
El custodio mantuvo el forcejeo, momento en que Edwin Santiago con el arma de fuego le apuntó a la cabeza y la accionó, sin que detonara, al tener colocados los mecanismos de seguridad, comenzando entonces a manipular el arma con el propósito de desactivarlo, siendo alcanzado en ese momento por un elemento de custodia más, quien controló al joven adulto y lo desarmó, resguardándolo de nuevo en su dormitorio.
Al verse controlado, Edwin Santiago comenzó a gritar que lo sacaran, que ahí se encontraba y que tiraran el portón, momento en que desde el exterior inició una agresión con armas de fuego hacia elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), encargados de la seguridad exterior de ese Centro Especializado, a cargo de sujetos que viajaban a bordo de una camioneta Ford tipo Explorer de color blanco, repeliendo la agresión, obligándolos a emprender la huida.
Por esa razón fue detenido Luis Dennis “N” y puesto a disposición ante la Fiscalía de Investigación de Delitos de Alto Impacto (FIDAI) quien inició las investigaciones correspondientes, resolviendo ejercer acción penal en su contra por el delito de evasión de preso en grado de tentativa, y además, ejercer acción penal en contra de Edwin Santiago “N”, por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa, en agravio del elemento custodio y de un elemento de CES que fue agredido al exterior del Centro Penitenciario.
En audiencia inicial celebrada el miércoles 9 de junio, el Juez de Control calificó de legal la detención de Luis Dennis, formulándose imputación a él y a Edwin Santiago por los delitos referidos, imponiéndoles como medida cautelar la prisión preventiva, al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) “Morelos”, ubicado en el poblado de Atlacholoaya.
Edwin le hizo un favor al CEMPLA. El hijo del Carrete mantenía atemorizados a los adolescentes que purgan condenas en ese centro de reclusión para menores de 18 años. Ahora, a unos meses de haber alcanzado la mayoría de edad, ingresa a “la Universidad del Crimen”, donde todo parece indicar que saldrá graduado “con mención honorífica”, ya listo para asumir el negocio de su padre.
HASTA MAÑANA.