Como ya es del dominio público, el pasado 9 de agosto el juez Ramón Villanueva Uribe ordenó la libertad absoluta de los jóvenes estudiantes Israel Rodríguez Sánchez y Javier Díaz Vázquez, de 18 y 20 años, acusados de los delitos de Homicidio en Grado de Tentativa y Daños, en agravio del jefe de escoltas de la Fiscalía del Estado.
Pero, ¿qué fue lo que ocurrió realmente esa tarde?
Aquí les presentamos las dos versiones, una que contaron Israel y Javier, y la otra que narró ayer a algunos medios de comunicación Edgar Verdeja Morán, el jefe de escoltas.
Los jóvenes dijeron que venían del municipio de Puente de Ixtla a donde fueron a nadar, ya que en el terreno propiedad del padre de uno de ellos, pasa un apantle, así que venían en boxers y tomando cervezas. Israel manejaba, en tanto que Javier dormía en el asiento del copiloto.
“Yo quise rebasar un carro. Yo iba en el carril de baja y me pasé al de alta para rebasar un carro. En eso venían dos camionetas a exceso de velocidad y me venían aventando las luces. Yo me regreso al carril de baja y ellos se regresan conmigo. Luego yo al de alta y otra vez conmigo. Entonces, ellos venían atrás de mí y yo me espante porque venían dos camionetas. Entonces, yo me bajé al de baja e iba frenando para que ellos se siguieran.
Javier, el segundo de los estudiantes, viajaba de copiloto, iba dormido y al momento en que despertó, el convoy rebasó el auto. El último vehículo les cerró el camino.
“Luego luego que se bajaron comenzaron a disparar. Yo lo único que hice fue agarrarlo a él y nos tiramos al piso del vehículo, bueno a la palanca, y este, ya después de que terminaron las detonaciones nos quedamos adentro del carro”.
Israel fue herido de un rosón de bala, en la parte baja de la espalda, y el auto presentó 22 impactos de bala, según un peritaje de la propia Fiscalía.
Ahora la versión del escolta en entrevista difundida ayer:
“…íbamos transitando con normalidad con rumbo a la ciudad de Cuernavaca y notamos que un vehículo sedán color negro vidrios polarizados se pone a la par de la camioneta donde viaja el fiscal general del estado de Morelos, posteriormente disminuye su velocidad y se nos empareja a nosotros, a la camioneta escolta. Nuevamente le imprime velocidad y se va delante de la camioneta del fiscal.
“Metros más adelante nosotros teníamos que tomar el retorno que lleva a la caseta de Temixco para podernos incorporar a la autopista Acapulco-México con dirección a Cuernavaca, cuando ya lo estábamos por hacer este vehículo se cruza en el retorno, se frena totalmente y le impide el paso a la camioneta donde viaja el fiscal.
“En una maniobra el chofer logra esquivar, se va de frente ya no entra al retorno, continúa hasta donde se encuentra el Walmart de Emiliano Zapata, nosotros nos percatamos que el vehículo ya continua por el retorno y bueno, pensamos que había sido tal vez una falla mecánica, alguna falla del conductor que se le había averiado el vehículo, y no le dimos mucha importancia. Nos dimos la vuelta en u, tomamos la caseta para Emiliano Zapata e incorporarnos a la autopista Acapulco-México, cruzamos la caseta con normalidad y nos incorporamos en el carril derecho.
“Había un poco de tráfico, circulamos en el carril derecho, pasamos al carril izquierdo, y al ir circulando ya sobre el carril izquierdo mi compañero que viene en la parte de atrás de la camioneta táctica me dice: ´jefe, ahí viene el carrito otra vez, le viene aventando el carro a los demás conductores´.
“Yo volteo y me percato que dicho carro venía con las luces encendidas en el centro de la carretera haciendo que los vehículos se orillaran tanto a la izquierda como a la derecha para que él pudiera pasar. Nosotros al ver esta acción también nos pasamos al carril derecho y pensamos que este carro iba a pasar por el carril izquierdo, se iba a retirar y ya sin mayor problema, pero para nuestra sorpresa nos pasa y retiene la marcha a la altura otra vez de la camioneta donde viajaba el fiscal, se adelanta y empieza a disminuir su velocidad.
“Nosotros que vamos en el carril derecho nos topamos con un tráiler y tuvimos que disminuir la velocidad. Posteriormente nos pasamos al carril izquierdo y es donde nos percatamos que este carrito ya había disminuido considerablemente su velocidad, ya iba casi a vuelta de rueda.
“En ese momento ya se ve que bajan los vidrios, lo único que yo observo es que sacan las manos y con ademanes hacen que se detuviera la camioneta, el ademán era de que se detuviera la camioneta. Momento más adelante ya había una camioneta de modelo reciente color blanca tipo Kía o Mazda, y nosotros por evitar este carrito negro nos pasamos al carril derecho pero dicha camioneta ya bloqueaba el paso de la camioneta del fiscal y la de nosotros.
“De momento estos vehículos se frenan por completo, también el vehículo negro, nosotros por no impactarlo también frenamos bruscamente, una vez que frenó este carrito descendimos de la unidad, este sujeto al ver que mi compañero había descendido del lado izquierdo, intenta arrollarlo, hace maniobra de reversa intempestivamente y se continúa intempestivamente y demasiado fuerte hasta chocar con la circulación de los carros que al ver la acción ya se habían detenido.
“De una manera brusca choca contra la camioneta, yo me dirijo a él, me identifico plenamente como agente de investigación criminal, le pido que descienda. Yo en ese momento no veía cuantas personas venían ni como venían, si venían armados o no, pero la actitud ya con ese vehículo era demasiado agresiva, aceleraba y aceleraba al grado de que se me deja ir”.
“Yo utilizo mi arma de fuego para intentar salvar mi vida, la acciono disparando hacia el piso y por la inercia que este vehículo ya traía de arrollarme y de prensarme contra la camioneta, contra el vehículo blindado es como también le disparo en el cofre, me arrolla, caigo, este vehículo choca contra la camioneta blindada, estuvo a punto de arrollar a mi compañero que estaba ahí a un lado y cuando yo me voy levantando para mi sorpresa este sujeto se baja en calzoncillos y se me abalanza cuando yo me iba levantando a quererme quitar el arma, me dice ´te salvaste hijo de tu pu.. madre pero ahorita te va a cargar la ch… con tu propia arma, no sabes con quien te estás metiendo´.
“Yo tomo mi arma del cañón, me quemo uno de mis dedos porque el cañón estaba caliente y este cuete pues estuvo a punto de arrebatarme el arma. No sé qué hubiera pasado si mi compañero no baja, me ayuda y lo controlamos. Lo controlamos lo ponemos en el piso y me dijo ´yo ya me la sé, ya me la sé, este es un pinche abuso de autoridad y vas a ver lo que te va a pasar´, diciéndome eso se empieza a golpear la frente contra el asfalto caliente, se empieza a querer levantar, a toda costa tratamos de controlarlo.
“De pronto me percato que simultáneamente mi compañero también se estaba peleando y estaba ya a punto de que le arrebatara el arma el otro sujeto que venía de acompañante de esta persona que también se bajó desnudo.
“Los controlamos, una vez en el piso, uno de ellos gritaba que era el diablo que no sabía con quién me había metido. Claramente se notaba que estaban alcoholizados y bajo los efectos de alguna droga. Como pudimos nosotros los tratamos de controlar pero se seguían golpeando.
En ese momento empiezan a llegar los demás compañeros, ya empieza a llegar policía municipal, de la CES y Guardia Nacional. Uno de mis compañeros al ver que el otro acompañante del conductor se quería seguir golpeando pues le decía que ya dejara de hacer eso, que se tranquilizara. Empezaron a tomar videos y fotografías todos los elementos que estaban ahí llegando; el compañero en un afán de preservar la presunción de inocencia pues lo cubre de la cara”.
El lector tendrá la última palabra.
HASTA MAÑANA.