Con Graco Ramírez se llamó Fondo para el Desarrollo y Fortalecimiento de los Municipios y lo utilizó para cooptar a los diputados de la 53 Legislatura a través de Julio Espín Navarrete. Ahora, de aprobarse el proyecto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se llamaría Fondo de Apoyo Social y Fomento Económico para el estado de Morelos. De entrada pudiera decirse que es “la misma gata pero revolcada”, sin embargo, analizando bien el mamotreto que presentó Eliasib Polanco Saldívar en la última sesión del Congreso, más bien diríamos que es una mala copia a la que no le vemos futuro.
La verdad es que con esta iniciativa con proyecto de decreto el legislador yautepequense sólo se exhibe como un buen alumno de su padrino, Alejandro Moreno Cárdenas, con quien hizo varios negocios cuando fue delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Campeche siendo aquel gobernador del estado (ver https://www.pagina66.mx/aflora-mas-corrupcion-en-megaobra-de-alito-en-la-costera).
También, se nota la mano de los inquietos hermanos Yáñez (que llevan cuatro trienios presentes en el Congreso) y que hoy tienen participación a través de un tío al que habían puesto de relleno en la planilla pero que por azares del destino llegó a la diputación plurinominal y hoy desempeña un papel de figura decorativa en parte por su precario estado de salud.
El proyecto que pretende impulsar el grupo parlamentario del PRI va enfocado a “realizar los ajustes correspondientes para la reactivación de la economía, mediante la inversión de recursos destinados a detonar el flujo de efectivo y con ello generar una economía de desarrollo, generando empleo y bienestar a las familias en el Estado de Morelos”, según dice la iniciativa.
El Fondo se constituirá con los recursos obtenidos por la aplicación del artículo 15 QUINQUIES, de la Ley de Coordinación Hacendaria del Estado de Morelos. “El monto que reciba el Fondo será el resultante de aplicar la distribución en los términos del artículo anterior, mismo que deberá ser aprobado y publicado en el Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado de Morelos, para cada Ejercicio Fiscal, en el entendido que el monto será variable dependiendo de las participaciones que reciba el estado por virtud de la Ley de Coordinación Fiscal”, señala el documento cuya copia tiene este columnista.
Ahora bien, el Fondo de Graco y la 53 Legislatura, era más específico: se constituyó con los recursos obtenidos por la aplicación del artículo 15 Ter, de la Ley de Coordinación Hacendaria del Estado de Morelos, de la siguiente manera:
Del Fondo General de Participaciones, el 1% del total; del Impuesto sobre Tenencia o Uso de Vehículos, el 1% del total; del impuesto especial sobre producción y servicios, el 1% del total; del Impuesto Sobre Automóviles Nuevos, el 1% del total, y de los ingresos extraordinarios que por concepto de participaciones en ingresos federales le distribuya la Federación al Gobierno del Estado, por cualquier otro concepto que no establezca la forma de repartirlo, el 1% del total.
La propuesta de Eliasib sólo dice que “para la asignación presupuestal al Fondo, el Poder Ejecutivo del Estado de Morelos, deberán tomar las previsiones necesarias en la integración del Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado de Morelos para el ejercicio fiscal 2022, con la finalidad de dar el debido cumplimiento a la operatividad del presente Fondo a partir del 01 de enero del 2022”.
Como quien dice, a ver cómo le hace el Ejecutivo pero nosotros queremos nuestro dinero para disponer de él como nos convenga.
Y como una prueba más de que se trata de una “copy & paste” de la versión graquista, en la primera decía que “los recursos se ejercerán bajo criterios de estricta racionalidad, disciplina fiscal, contabilidad, evaluación, información periódica, auditoría y control de gestión que dispongan las Leyes de la materia”.
En la iniciativa de Eliasib Polanco dice textualmente que “se ejercerán bajo criterios de estricta racionalidad, disciplina fiscal, evaluación, información periódica, auditoría y control de gestión que dispongan las Leyes de la materia”. O sea, sólo le quitaron una palabra.
En los hechos, ese dinero se repartía discrecionalmente según lo acordaba “el Consejo”, conformado por un presidente y cuatro consejeros, mismos que eran nombrados por cada uno de los partidos políticos representados en el Congreso pero siempre bajo el control del grupo que comandaba Rodrigo Gayosso.
Ambas leyes establecen la posibilidad de que el fondo tenga gastos de operación con la única limitante de que éstos no superen el 8 por ciento del total del Fondo.
En la práctica, el Fondo funcionaba como una dependencia gubernamental más, con la diferencia de que ésta se encontraba “escondida” en la estructura del Poder Legislativo y lo hacía con total opacidad.
Si bien es cierto que la Ley del Fondo señalaba que sería fiscalizada por la Entidad Superior de Fiscalización que depende también del Congreso, no se encontraba dentro de la lista de sujetos obligados, por lo tanto tampoco estaba obligado a cumplir con la difusión de la información pública de oficio ni tampoco contaba con la Unidad de Información Pública o de Transparencia que establece la Ley del ramo. La de Eliasib tampoco.
Tal como lo hemos documentado, ese Fideicomiso fue desaparecido en las semanas siguientes al día de las elecciones de 2018 cuando el candidato de Graco, su hijastro Rodrigo Gayosso, sufrió una aplastante derrota en las urnas y se vio la necesidad de borrar toda evidencia de sus raterías.
Hasta donde pudimos documentar, el fondo era de 150 millones de pesos y la mayor parte fue direccionada al municipio de Puente de Ixtla, donde la alcaldesa era esposa de Josué Espíndola, incondicional de Julio Espín. En ese Ayuntamiento se encargaron de hacer que cuadraran las cuentas con obras “fantasmas” y facturas apócrifas.
En el remoto caso de que fuera aprobada la iniciativa priísta, ¿a qué municipios cree usted que serían enviados esos millones de pesos? Seguramente a Yautepec, a Xochitepec y a Yecapixtla, o a cualquier otro municipio donde se pueda operar con facilidad para ocupar ese dinero en campañas electorales.
¿O alguien le cree a los priístas y a los hermanos Yáñez que realmente se utilizará ese dinero en beneficio de la población?
HASTA MAÑANA.