Tan sospechoso es que 30 días antes de terminar su administración, Jazmín Solano López citó a una sesión extraordinaria de Cabildo para aprobar la concesión por 10 años del servicio de Agua Potable de Acatlipa a una asociación civil que obtuvo su acta constitutiva ese mismo día, como que el nuevo Ayuntamiento que preside doña Juanita Ocampo (pero que manejan a trasmano el síndico Andrés Duque y el secretario general Carlos Caltenco), haya ordenado dar marcha atrás a dicha concesión.
En realidad, lo que estamos viendo es una disputa por un negocio que genera millones de pesos y que la falta de una normatividad rigurosa permite que se le pueda “rasguñar” algunos cientos de miles sin dejar rastro alguno.
Y si no nos creen, échenle un vistazo a la siguiente lista de políticos que tienen como factor común que todos pasaron en algún momento por un sistema de agua potable y se hicieron millonarios:
Rabindránath Salazar (Tejalpa); Javier Bolaños (Cuernavaca); Miguel Ángel Rabadán Calderón (Jiutepec). Fernando Bahena es actualmente director del Sistema de Agua Potable de Jiutepec, pero él ya venía millonario desde la Comisión Estatal del Agua. Debe haber por ahí algunos más que se nos escapan de la memoria.
La propia ex alcaldesa Jazmín Solano comenzó su carrera política a partir de que se hizo cargo del Sistema de Agua Potable de la colonia Rubén Jaramillo, donde aprendió el “teje y maneje” de los organismos operadores, de donde se puede obtener fácilmente dinero en efectivo sin dejar evidencias.
Quizás por ello hizo todo lo necesario para quitarle al Ayuntamiento el manejo financiero del agua en uno de los poblados con más usuarios dentro del territorio temixquense: Acatlipa. Y no lo hizo dentro de los primeros meses de su administración, sino unos días antes de dejar el cargo. Demasiado sospechoso.
El operador de todo esto fue Edgardo González Lagunas, quien había sido designado como encargado del Subsistema de Agua Potable de Acatlipa desde el 14 de febrero de 2019 en la segunda sesión extraordinaria de la Junta de Gobierno del Sistema de Conservación, Agua Potable y Saneamiento de Temixco.
“La c. presidenta de la Junta pregunta a los integrantes de la misma si es de aprobarse otorgar el nombramiento al C. Edgardo González Lagunas como encargado de despacho del subsistema de Agua Potable de Acatlipa; solicitando que quienes estén a favor levanten su mano, obteniendo cinco votos a favor, ninguno en contra y una abstención del representante de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, en consecuencia se aprueba por mayoría”, dice el acta de dicha sesión.
Fue Edgardo González Lagunas quien impulsó la desincorporación de Acatlipa del Sistema de Agua Potable de Temixco, pero por alguna razón lo hizo en el ocaso del trienio jazminista, cuando pudo haberlo hecho desde el principio.
Bien dicen que “no hay que hacer cosas buenas que parecen malas”, y en este caso sí provoca muchas suspicacias que el acta constitutiva de la asociación civil denominada Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Acatlipa, A.C. tenga fecha 29 de noviembre del 2021, y que el acta de Cabildo en la que se autoriza que dicho órgano administre el vital líquido, también tenga como fecha el 29 de noviembre del 2021.
El seis de diciembre se ingresó el escrito firmado por todo el Cabildo para que el Congreso local lo sometiera a votación y en su caso se aprobara, pero ya todos sabemos que los diputados no son capaces de ponerse de acuerdo ni siquiera para organizar un evento.
Pero si la concesión del sistema de agua potable de Acatlipa fue tema prioritario para la administración saliente, también para el nuevo Ayuntamiento representa un interés primordial. De la misma manera, resulta muy sospechoso que el pasado 14 de enero, el Congreso le mandó preguntar al Ayuntamiento temixquense que si seguía teniendo interés en que se diera trámite a la solicitud del seis de diciembre anterior.
“Por tal razón, se convocó a Sesión Extraordinaria de Cabildo el día lunes 17 de enero de 2022, a realizarse el día 19 de enero y se entregó a los integrantes del Ayuntamiento la información del expediente, así como el requerimiento del Congreso del Estado, Sexta Sesión Extraordinaria en la que los integrantes del Cabildo de Temixco, votaron por unanimidad retirar dicha concesión”, anunció el secretario del Ayuntamiento, Carlos Caltenco.
En esa misma sesión, los nuevos regidores acordaron integrar una Comisión que analice la pertinencia o no de concesionar el Sistema de Agua de Acatlipa integrada por Cabildo en su conjunto y la Junta de Gobierno del Sistema de Conservación del Agua Potable y Saneamiento del Agua de Temixco Morelos, “para analizar y establecer una ruta de regularización de dicho sistema”.
Dicha comisión determinó que se otorgará la administración de dicho sistema a los usuarios del agua potable de Acatlipa, quienes habrán de elegir a su Comité del Agua a realizarse en fecha próxima probablemente entre la última semana de febrero o la primera semana de marzo de 2022.
Para ello se conformó un Comité Técnico, que se encargará de elaborar la convocatoria y publicarla lo más pronto posible. La figura jurídica mediante la que se otorgará la administración del Sistema del Agua Potable de Acatlipa es la de “Grupos Organizados de Usuarios del sector social”, como ocurre en Tetlama y Cuentepec en donde los usuarios eligen periódicamente a su Comité del Agua.
En su defensa, el grupo de acatlipenses realizó una sesión pública en la que Edgardo González Lagunas aseguró que no hay nadie detrás de su movimiento, y que la razón por la que decidieron convertirse en asociación civil, es para cumplir con la Ley de Transparencia y poder abrir una cuenta bancaria en la que se depositen las cuotas de los usuarios de ese poblado.
En esa asamblea informativa estuvieron presentes María Cristina Reynoso, presidenta de la Mesa Directiva; Zenaida Sánchez Enríquez, tesorera; Elvia Guadalupe Pineda Bustos y José Luis Ayala Sánchez, presidente del Comité de Vigilancia. En dicha reunión se dijo que hay un millón y medio de pesos pagados por los acatlipenses y que los tiene el Ayuntamiento de Juanita Ocampo.
No hay que olvidar que en Acatlipa viven Andrés Duque (ex diputado y actual síndico municipal) y Enoel Salgado, cacique de ese lugar que al no poder participar en las pasadas elecciones, puso a su hija como candidata a regidora en la planilla que encabezó la mamá de Gisela Mota Ocampo.
Esto apenas comienza, y desde aquí hacemos votos para que haya civilidad entre las partes y no crezca el conflicto, como ha ocurrido en otras partes del estado con fatales desenlaces.
HASTA MAÑANA.