A pesar de la baja productividad legislativa y a la nula capacidad para conseguir acuerdos en aras de la gobernabilidad y el desarrollo del estado, todo indica que el ex alcalde de Yecapixtla, Francisco Erick Sánchez Zavala, será reelecto en la presidencia de la Mesa Directiva para el segundo año constitucional de la Quincuagésima Quinta Legislatura Local, beneficiado por una serie de circunstancias externas. Digamos que el diputado panista quedaría en ese puesto privilegiado “por defaul”, ya que ninguno de los 20 legisladores cuenta con los 14 votos que se requieren para la designación.
Una de esas circunstancias que lo favorecerán para continuar en el cargo es que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional se encuentra inmerso en un proceso de renovación de su dirigencia y es muy posible que la actual presidenta de la Junta Política, Paola Cruz Torres, sea sustituida -tanto en ese cargo como en la presidencia de la Bancada- por Ariadna Barrera.
Una cuestión un tanto personal, como es el nacimiento de su hijo, hace posible que la cuautlense no tenga el tiempo necesario para encabezar los trabajos de sus compañeros morenistas, además de que será determinante el resultado del proceso interno para elegir a su dirigente estatal.
También hasta donde se sabe, algunos de los aspirantes a la presidencia de la Mesa Directiva son la diputada petista Tania Valentina Rodríguez y el príísta Eliasib Polanco Saldívar, pero ninguno ha logrado el apoyo de por lo menos 13 de sus compañeros para poder aspirar a tan importante cargo.
Las y los diputados de la LV legislatura han sido convocados para el 29 de agosto a fin de que definan quiénes encabezarán los órganos directivos que por ley tienen una vigencia anual, entre ellos las presidencias de la Mesa Directiva, de la Junta Política y de Gobierno, así como de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública (CHPyCP).
Durante la última semana, en diversas entrevistas concedidas a distintos medios de comunicación, la pregunta obligada para Sánchez Zavala fue sobre su posible continuidad al frente de la Mesa Directiva y su respuesta siempre fue, “es posible”.
Y es que la Ley Orgánica del Congreso contempla este supuesto ante la falta de acuerdos que pudieran prevalecer entre los integrantes de la LV legislatura local. Como quien dice, a falta de liderazgos se queda el que ya está, lo que no deja de ser lamentable.
Recordemos que la 55 Legislatura llegó con altas expectativas después de que sus antecesores pasarán a la historia (y así lo reconoció Ariadna Barrera en una entrevista) como “los que no pudieron ponerse de acuerdo para nada”. Sin embargo, muy pronto se vio que los que llegaron tampoco tenían capacidad de consensuar nada.
El poder legislativo se separó en dos grupos, ambos con menos de 14 miembros por lo que ninguno pudo concretar designaciones importantes. El grupo de los ex alcaldes, conformado por Sánchez Zavala, Agustín Alonso Gutiérrez, Luz Dary Quevedo y Alberto Sánchez, logró sumar 11 votos con Movimiento Ciudadano, el PRI y el voto de los hermanos Yáñez en la figura de don Juan José Yáñez Vázquez, su tío.
Pero no pasaron de ser el G-11. Luego se murió don Juan José y entró primero Roberto Yáñez y después Gabriela Marín Sánchez, cuñada del ex panista y ex perredista Manuel Tablas Pimentel. Hoy no se sabe a ciencia cierta a quién obedece la nueva diputada, que fue ampliamente criticada por llegar a tomar protesta con un vestuario que en nada se parece al sector indígena, al que se autoadscribió para tener derecho a participar como candidata a una diputación plurinominal.
Y el último de los penosos episodios que han caracterizado a esta legislatura, fue el asunto del diputado Alberto Sánchez Ortega, presidente de las Comisiones de Justicia y Derechos Humanos, Atención a Grupos Vulnerables y Personas con Discapacidad, y a quien hay que reconocerle que fue de los pocos priistas que obtuvo triunfos importantes en los últimos procesos electorales en favor del PRI.
Sin embargo, el diputado del octavo distrito Alberto Sánchez hace unos días fue señalado por haber comprado una retroexcavadora con reporte de robo y por lo tanto, anunció que la adquisición de a retroexcavadora fue mediante una acción de buena fe, razón por la que pidió a la Fiscalía General del estado iniciara las investigaciones pertinentes, toda vez que esa máquina la adquirió su señor padre para el negocio que tiene su familia, precisamente en el municipio de Xochitepec, donde fue presidente municipal.
No tenemos hasta este momento los datos concretos, pero el hecho es que, repentinamente, Sánchez Ortega anunció su salida del grupo parlamentario del PRI, en el que ya se quedó solito Eliasib Polanco tras la muerte de Juan José Yáñez. Se cuenta en los pasillos del Congreso que ya existían desavenencias entre los dos diputados priistas. Prueba de ello es que Alberto Sánchez comenzó la legislatura como líder de bancada, y de manera poco diplomática le fue arrebatada esa posición hace algunos meses.
Ese rompimiento quedó de manifiesto con el “tuitazo” que lanzó el dirigente del tricolor tras conocerse la salida de Sánchez Ortega del grupo parlamentario que preside su incondicional Eliasib:
“Tiene razón el diputado (Alberto Sánchez Ortega), el partido está evolucionando, y un perfil como el suyo: sin principios, lealtad, poco profesional y con señalamientos de actividades al margen de la ley, no es compatible con el PRI”.
Y cuando dice “actividades al margen de la ley” pareciera estar insinuando que no sólo se refiere al involucramiento de su familia en un aparente robo de maquinaria, sino a todo lo demás, pues es un “secreto a voces” que tiene varios trienios que el Ayuntamiento de Xochitepec es controlado por un grupo del crimen organizado.
Así, Sánchez Ortega es -hasta hoy- un “agente libre” al interior del congreso que puede vender su voto al mejor postor, lo que tiene ventajas o desventajas, pues si bien no le debe obediencia a nadie, no puede tener el llamado “voto ponderado”, por lo cual tiene hasta el 29 de agosto para unirse a un grupo parlamentario.
Todas esas vicisitudes son las que benefician a Francisco Erick Sánchez Zavala para quedarse con la presidencia de la Mesa Directiva por un año más, no obstante que en la ceremonia de clausura del segundo periodo ordinario de sesiones, lo más importante que informó fue que “se aprobaron más de 180 decretos de pensiones y jubilaciones; se reformaron 19 leyes de ingresos municipales y se autorizó a los 36 municipios la posibilidad de obtener financiamiento al amparo del Fondo de Aportaciones de Infraestructura Social”.
Eso fue todo lo que informó Paco Sánchez. Muy poco para una legislatura de 20 diputados que ya lleva dos periodos gastando lo que originalmente era para 30 legisladores. ¿En qué han gastado tanto dinero? Esa es la gran incógnita.
HASTA MAÑANA.