Profesores de nivel secundaria nos han expresado su inconformidad por lo que consideran una injusticia por parte del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) en lo que se refiere a los Consejos Técnicos que se realizan el último viernes de cada mes, y que los obligan a asistir durante todo el día, sin importarles que la gran mayoría de ellos tiene otras fuentes de trabajo.
Así nos explica la situación uno de estos profesores:
En teoría el Consejo Técnico Educativo (CTE) busca impulsar la mejora de logros educativos, así como atender diversos aspectos o problemáticas que se relacionan, tales como la erradicación del rezago educativo, impulsar la lectura, la escritura, las matemáticas.
Evidentemente para la ejecución de estos consejos técnicos existen lineamientos que lamentablemente en la praxis no son ejecutados, por ejemplo, el que señala el capítulo II “De la organización de los consejos técnicos” en su apartado noveno inciso A:
“Asistir a todas las sesiones del CTE de acuerdo con el turno en que labora, cuando cubra dos turnos participará en ambos CTE, cumpliendo con su carga horaria laboral”.
Muy claramente esto quiere decir que deben existir dos consejos técnicos: uno en la mañana y uno en la tarde y los compañeros de tiempo completo o que estén en ambos turnos deben de asistir a dos.
En los hechos, desde el 2013, año en que se implementaron sólo hacen un Consejo en la mayoría de las escuelas. Lo anterior no tiene la mayor importancia para aquellos maestros de tiempo completo, pero hay que tomar en cuenta que hay muchos profesores que sólo tienen 5, 10, 15 o 20 horas a la semana de 42 que es el tiempo completo.
De 20 horas para abajo es muy difícil tener una vida digna con respecto a lo que es el salario; por tal motivo tenemos que buscar otro empleo que nos permita tener otro ingreso. El problema está en que convierten la obligatoriedad en un sólo Consejo que lo hacen en el turno matutino, dando así preferencia a los docentes con más horas porque así les evitan estar en los dos consejos hipotéticos y quien imparte los consejos pues sólo tiene que desarrollar uno.
Desde que tengo uso de razón y por no haber leído los lineamientos antes, siempre tengo que hacer “circo maroma y teatro” para cumplir en los consejos porque son obligatorios al igual que muchos otros compañeros, mientras profesores que dan clase en ambos turnos y que deberían estar ese día cubriendo su jornada de 7 horas disfrutan de la comodidad, en su turno sólo lo que dura el consejo.
Por este medio me gustaría que fuera el conducto para que la autoridad competente pudiera explicarnos a los compañeros que tenemos dos empleos y que no sean del ámbito educativo ambos, el ¿por qué no se realizan ambos consejos? Si la respuesta es que porque en uno solo se pueden ver ambos turnos se aceptaría que se ha omitido el lineamiento antes mencionado, lo justo sería (incumpliendo también al lineamiento) que se hiciera una fecha en la mañana y otra en la tarde y así una y una, pero la mayoría de mis compañeros no aceptaría (dirían: preferimos ir en la mañana para que nos quede la tarde del viernes libre…) y casos como el mío son minoría.
Hasta ahí la misiva de un profesor afectado por esta situación.
¿Se han dado cuenta de que la principal muestra de clasismo y racismo en nuestra sociedad la tenemos en la escuela pública? Las instalaciones son las mismas, pero basta con ver a los alumnos que asisten a las primarias y secundarias (e incluso preparatorias) en el turno matutino y los que están inscritos en el vespertino para percibir esa situación.
Pero no sólo se nota la diferencia en el color de la piel de los niños que asisten —y la ropa de sus padres— sino también en las características de los profesores que imparten clases en esas escuelas.
LOS AFRODESCENDIENTES
El término afromexicano es utilizado para identificar a los mexicanos de ascendencia africana subsahariana. Existen comunidades afromexicanas asentadas principalmente en la costa sur del océano Pacífico y del Golfo de México, y en regiones de las grandes cuencas, como la de la depresión del Balsas, la cuenca del Papaloapan y la de Grijalva-Usumacinta, en los estados de Michoacán, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz.
Los pobladores originarios migraron de manera forzada, en calidad de esclavos, procedentes de Gambia, Senegal, Guinea, Congo, Guinea Ecuatorial, Angola y Mozambique.
A partir de 2015, el Inegi decidió censar a los mexicanos de ascendencia africana por una fuerte presión ejercida por activistas e intelectuales, argumentando que los afromexicanos no se identifican con los grupos indígenas ni con los mestizos en torno a la racialización o en torno a particularidades culturales.
En 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se adicionó el apartado C al Artículo 2° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que “reconoce a los pueblos y comunidades afromexicanas como parte de la composición pluricultural de la nación, para garantizar su libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión”.
Dada la importancia de la población afromexicana para nuestro país, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en su sentencia SUP-RAP-121/2020, de fecha 29 de diciembre de 2020, determinó que el Instituto Nacional Electoral debía establecer diversas acciones afirmativas en favor de grupos que históricamente han permanecido invisibilizados.
A raíz de esta sentencia, el INE a través del Acuerdo INE/CG18/2021, de fecha 15 de enero de 2021 estableció cinco acciones afirmativas: para personas indígenas, personas con discapacidad, personas de la diversidad sexual, personas migrantes y residentes en el extranjero, así como para personas afromexicanas, mismas que, en su conjunto, se instrumentaron en el proceso electoral 2020-2021.
El resultado de esta acción afirmativa para el caso de las personas afromexicanas, al menos para el inicio de la Legislatura, fue que cuatro mujeres y dos hombres que se autoidentificaron como afromexicanas son diputadas y diputados; de los hombres, uno ganó por el principio de mayoría relativa y otro por la vía de la representación proporcional, en tanto que las tres mujeres lo hicieron por mayoría relativa y una por la vía de la representación proporcional.
El pasado viernes, en la Ex Hacienda de Temixco, se llevó a cabo el primer foro Afromexicano, organizado por Mildred Maluti Lúa, quien constituyó la primera comunidad de este tipo en Morelos, estado que ocupa el vigésimo tercer lugar con mayor población afrodescendiente en el país, con alrededor de 40,000 personas que se reconocen como afrodescendientes o afromexicanos, y en el caso de Temixco, del total de la población, el 1.9 por ciento se identifica como tal.
El objetivo del evento es que se vaya visibilizando desde ahora quiénes pertenecen a este sector de la población, y que no aparezcan “de la nada” personas que no tienen nada qué ver, pero que se inscriben como candidatos afrodescendientes en busca de regidurías o diputaciones, como ocurrió en el 2021.
Estuvieron presentes la senadora María Celeste Sánchez, el diputado federal Sergio Peñaloza Pérez, impulsores del reconocimiento de los afrodescendientes en las acciones afirmativas del país, así como Marbén de la Cruz Santiago, diputada local afro en Guerrero, todos del partido Morena.
De Morena Morelos estuvieron presentes la diputada Macrina Vallejo y el diputado Alejandro Bermúdez, ambos reconocidos como indígenas. Se había anunciado la visita del exsenador Rabindranath Salazar Solorio, pero sólo llegó Miguel Lucía Espejo.
HASTA MAÑANA.