Desde hace por lo menos 30 años, el volcán Popocatépetl (conocido entre los pobladores de los pueblos que lo rodean como “Don Goyo”) de vez en cuando nos recuerda que está vivo y que en cualquier momento puede hacer erupción, afectando a los estados de México, Puebla, Morelos y el otrora Distrito Federal. Este fin de semana lo hizo de nuevo, al lanzar fragmentos incandescentes —erupción estromboliana— y ceniza volcánica, lo que obligó a las autoridades a cambiar el semáforo de amarillo fase 2, a fase 3.
El Popocatépetl es uno de los volcanes más activos del país, de acuerdo con algunos estudios paleomagnéticos que se le han hecho, tiene una edad aproximada de 730 mil años. Es el segundo volcán más alto de México, presenta una forma cónica simétrica y también glaciares perennes cerca de la boca de su cráter, lo que supone una amenaza adicional.
Los vulcanólogos aseguran que uno de los aspectos que hacen que este volcán sea uno de los más peligrosos del mundo es que, en caso de entrar en erupción de forma intensa, la lava podría surgir tanto de su cráter como desde las múltiples fisuras que rodean al volcán, por lo que resulta un peligro para los 25 millones de personas que habitan a menos de 100 km del cráter.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y una publicación antigua de la Secretaría de Cultura, el 7 de diciembre de 1917, el volcán registró una fuerte actividad que alarmó a los vecinos de los pueblos cercanos.
El acervo indica que los pasajeros de la línea férrea de la Ciudad de México a Cuernavaca fueron testigos de la lluvia de cenizas que expulsó el volcán sobre los pueblos cercanos a sus faldas. Según los testimonios de sus habitantes, se habían sentido en los últimos días ligeros temblores a causa de la actividad volcánica, así como lluvia de cenizas, lo que provocó que muchos pobladores salieran de esa zona ante el temor de una erupción mayor.
Tras décadas en las que permaneció dormido, recobró su actividad en diciembre de 1994, lanzó lava y piedras y obligó a evacuar a unos 75 mil habitantes de las comunidades aledañas. Varios compañeros reporteros pasaron la navidad a las faldas del Popo.
A partir de allí hay se registra un "período de relativa calma", que sería interrumpida en el año 2000, cuando se presentó "la más grande erupción en términos de liberación de energía" y para entonces se ordenó la evacuación preventiva de al menos 14 mil personas de varias poblaciones alrededor del volcán.
Cuatro años más tarde, el 17 de diciembre, se presentó una explosión fuerte, que lanzó fragmentos incandescentes en la cara norte del volcán, los cuales llegaron hasta 4.5 km de distancia del cráter y provocaron incendios en la zona boscosa. Después, el resto de diciembre de 1998, el volcán redujo su actividad explosiva y solo se registraron esporádicas emisiones de ceniza y pequeñas explosiones. Antes de cerrar el año, el volcán generó un sismo volcanotectónico con magnitud 3.5.
En el 2005 y 2011, el volcán registró una columna de humo y cenizas y emitió explosiones que hicieron temblar la tierra. Dos años más tarde, en el 2013, el volcán expulsó flujos piroclásticos.
El 28 de diciembre de 2014 despertó nuevamente el Popocatépetl con una explosión con emisión de vapor de agua, gas y contenido de ceniza moderado, que se desplazó hacia el noreste y alcanzó una altura de por lo menos 1.5 kilómetros.
Y para no perder la costumbre el 2 de diciembre del año pasado, el volcán Popocatépetl presentó 77 exhalaciones, 52 minutos de tremor y 2 sismos volcánicos.
Desde el sábado 20 de mayo, la actividad de "Don Goyo" aumentó, lo que obligó a la suspensión de actividades del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. Ayer domingo, Protección Civil de Puebla anunció también el cierre del aeropuerto de Puebla hasta nuevo aviso y recomendó a los pobladores evitar las actividades al aire libre.
La Coordinación Nacional de Protección Civil de México actualizó el Semáforo de Alerta Volcánica del Popocatépetl a amarillo fase 3. Esto indica una mayor actividad del volcán, así como la dispersión de ceniza en varias poblaciones cercanas a gran velocidad.
Las 10 rutas de evacuación del volcán Popocatépetl se encuentran en buen estado, tras la revisión hecha por parte de elementos del Plan DN-III-E, teniéndose también preparados a 500 elementos en caso de que sea necesaria la evacuación de las comunidades aledañas, informó el teniente coronel de la XV Zona Militar, Víctor Cruz.
Detalló que se tienen afectaciones hasta el momento por la caída de ceniza en un radio de 12 kilómetros, además de que en un radio de cinco kilómetros se han registrado impactos por parte de pequeños proyectiles volcánicos con tamaño menor a 36 milímetros.
De igual forma, el teniente coronel Víctor Cruz, indicó que el pasado viernes culminaron con la revisión de las rutas de evacuación del Volcán Popocatépetl, las cuales se encuentran en buen estado en caso de requerirse de su uso.
Por su parte, Julio Huerta, titular de la Secretaría de Gobernación del estado de Puebla, informó que se tomarán las medidas pertinentes para estar preparados por un eventual incremento en el semáforo de la actividad del Popocatépetl. “Preparación profunda, por si fuese necesario, eventualmente, que el semáforo subiera a Rojo Fase 1”.
Eso es en Puebla, porque en Morelos, el titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil de Morelos (CEPCM), Víctor Manuel Mercado Salcedo, aseguró que todas las rutas de evacuación de la entidad se encuentran transitables en caso de ser necesario efectuar una evacuación derivada de la actividad del Popocatépetl.
“Las rutas de evacuación están transitables todas. Es cierto que hay algunas calles que tienen algunos baches, pero son las calles que van hacia las rutas de evacuación”, declaró.
Entrevistado respecto de la actividad mostrada por el coloso en semanas recientes, que ha registrado la presencia de material incandescente sobre el cono volcánico, aseguró que todo se encuentra dentro de los escenarios previstos por el Consejo Científico Asesor que monitorea contantemente su comportamiento.
El funcionario recomendó a la población no hacer caso de rumores infundados y sólo atender los comunicados oficiales: “Que sigan información por medios oficiales, particularmente la que salga de la Coordinación Nacional de Protección Civil, el Cenapred o nosotros, y en caso de que tengamos caída de ceniza en el estado de Morelos, que usen cubrebocas, tapen depósitos de agua y cierren sus ventanas”, agregó.
Ojalá nos equivoquemos, pero vemos muy tranquilos a los funcionarios de Morelos en comparación con sus pares de otras entidades.
HASTA MAÑANA.