El funcionario federal se sintió “como pez en el agua” en esa celebración del Día del Contador Público y soltó la frase que coronaría su discurso como invitado especial: “… las y los contadores públicos, representan en el desempeño de su profesión en las áreas financieras de los tres niveles de gobierno, así como en las empresas privadas, los valores y postulados del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador”.
Es decir, que hay un Andrés Manuel López Obrador en cada contador público… ¡y él es contador público!
“Su labor sin duda es coincidente con los valores y objetivos de la etapa de transformación nacional que lucha por erradicar la corrupción e imponer la honestidad soportada, en mucho, en el orden que brinda la contabilidad”, remató Rabindranath Salazar Solorio en la cena baile del viernes en Las Quintas.
Sintiéndose “entre amigos”, no tuvo empacho en decir que, en sus diferentes encargos a nivel local y federal, su compromiso siempre ha sido trabajar por Morelos. Actualmente es coordinador general de Política y Gobierno, de la Presidencia de la República.
"Es una profesión que tiene cabida en todas las áreas y es una carrera socialmente responsable, recuerdo en mis inicios de estudiante, llevaba las cuentas de pequeños negocios, allá en Jiutepec y sabía que la contribución del día a día, estaba ayudando a que estos micronegocios tuvieran un mejor desarrollo", recordó.
Y en eso tiene razón: La familia Salazar Solorio viene desde muy abajo en su pueblo natal, Tejalpa, municipio de Jiutepec. Ahí, doña Rufina pudo dar una carrera profesional a cada uno de sus hijos e hijas, y Rabin escogió la de contador público, misma que terminó en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
A la par con sus estudios universitarios trabajó como empleado en Sanborns del Centro y llevando la contabilidad de algunos comercios. Su precaria situación económica se mejoró a partir de que se hizo cargo del Sistema de Agua Potable de Tejalpa. Y de ahí… al infinito y más allá.
Como él mismo lo presumió ante sus homólogos, se hizo cargo de las Tesorerías de Jiutepec y Cuautla, para luego lanzarse como candidato del PRD a la presidencia municipal de Jiutepec y luego como diputado local, hasta llegar a la Senaduría.
En el actual gobierno federal ya fue titular del Banco del Bienestar, subsecretario de Gobernación y coordinador de Política y Gobierno. Eso durante la semana, porque en sábados y domingos (y a veces desde el viernes) es aspirante a la candidatura por Morena para el gobierno de Morelos, espacio que dejó libre en el 2018 para que Cuauhtémoc Blanco Bravo contendiera.
Hoy cada vez guarda menos las formas. Quizás siguiendo el ejemplo de “las corcholatas” a nivel nacional, sus discursos son cada vez más emotivos y dirigidos hacia la candidatura.
Circula en internet (como si alguien lo hubiera soltado por casualidad), una plática con el famoso periodista español Alberto Peláez.
“Voy a ser gobernador, Morelos lo merece, la gente lo merece. Necesitamos ya un cambio profundo, poner a Morelos en el nivel que debe estar y tenemos todo para lograrlo”, le dice Rabín.
—Y cuando zerá ezo?- le pregunta el español.
—El dos de junio, el día de mi cumpleaños— contesta el morelense.
—Hombre, puez a ver zi lo celebramoz—agrega el periodista entre risas y con un tono estilo gallego.
Por eso es que, ante sus compañeros contadores, Rabindranath prácticamente da por hecho que será el candidato de Morena, pues considera que sigue siendo “el morelense más cercano al presidente López Obrador”. Y aunque existe la posibilidad de que el partido decida que en Morelos debe ir una candidata mujer, él considera que no es obligatorio, según se lo ha confiado a sus amigos cercanos.
Lo anterior ha hecho que algunos grupos sociales se declaren abiertamente rabinistas, como es el de los contadores. Por ejemplo, en esta ceremonia, el presidente del Colegio de Contadores Públicos, Víctor Hugo Barranco Dirzo, reconoció a Rabindranath Salazar Solorio con el distintivo de “socio activo honorario”.
Y el oriundo de Tejalpa se siente cómodo entre sus colegas. Ahí estaba el contador público Alfredo Salgado Salgado, ex presidente del Colegio y de la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas; el contador público y abogado Roberto Coranguez Esquivel (ya oficialmente “destapado” como aspirante a la Rectoría de la UAEM); y la pareja de contadores, José Alberto Pérez Apaez y su esposa Alejandra Pani Barragán, diputada federal por segunda ocasión, obviamente por Morena.
Puros cuates pues.
Sin embargo, no pasó desapercibida la presencia de dos personajes que no son contadores pero que se llevan muy bien con los que ejercen esa profesión: Juan Ángel Flores Bustamante, alcalde de Jojutla, quien arrancó aplausos cuando fue presentado en el presídium; y Juan Salgado Brito, quien marcó un buen nivel en el “aplausómetro” pero no pudo ser incluido en el presídium porque llegó tarde.
En resumen, el día del contador público se vio muy rabinista, quizás porque Rabindranath es de profesión contador.
Pero ya se viene el Día del Abogado, y será interesante ver por cuál aspirante a la gubernatura se inclinan las diferentes organizaciones de litigantes que, dicho sea de paso, cada vez son más.
Pero lo que levanta más expectación es ver cómo se dividen las agrupaciones de abogados al momento de organizar sus respectivos festejos: por un lado el fiscal Uriel Carmona y el Poder Legislativo (grupo G—15) y por otro el Ejecutivo (representado por Samuel Sotelo, secretario de Gobierno) y el Judicial; sin olvidar que el alcalde José Luis Urióstegui y su secretario municipal Carlos de la Rosa, son fundadores de una de las asociaciones de litigantes más importantes de Morelos.
Esto se pone más emocionante que la final del campeonato de futbol de la primera división.
HASTA MAÑANA.