Uno es sonorense, el otro de Mazatepec; uno ya le levantó la mano a Claudia Sheinbaum, el otro se dice coordinador de estructura de Adán Augusto López; uno tiene a la esposa como consejera de Morena, el otro a su hijo; lo único común es que ambos son expertos en el acarreo de gente, y que —en sus respectivos eventos multitudinarios— cuando anuncian que están presentes la muchedumbre empieza a corear: “Senador, Senador, Senador”.
Por supuesto que hablamos de Arnulfo Montes Cuen y Amado Orihuela Trejo, quienes están dispuestos a pelear (políticamente hablando) el espacio que hoy ocupa Lucy Meza en el Senado de la República, a pesar de que ninguno tiene arraigo en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pues mientras que Amado toda su vida fue priísta y estuvo a punto de ser gobernador por ese partido, Arnulfo ha pasado por todos los partidos políticos habidos y por haber.
Este es el análisis “libra por libra” —como dicen los comentaristas de box— que podemos hacer de sus respectivas trayectorias:
Amado Orihuela es gente de campo, nació en Mazatepec donde estudio hasta la preparatoria y después intentó ser ingeniero agrónomo en la Universidad de Chapingo, sin que exista documento que demuestre que terminó.
Su familia siempre se ha dedicado a la siembra de la caña, por lo tanto desde muy joven ingresó a la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar de la CNC y gracias a su liderazgo se convirtió en secretario de crédito. Desde esa posición en 1994 fue lanzado a la presidencia municipal de su pueblo natal y ganó en el llamado “último carro completo del PRI”.
Después de ser alcalde asumió la dirigencia estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y luego la Unión Nacional Cañera, lo que le permitió convertirse en diputado federal en 2006. Su participación en el Congreso federal “pasó de noche”, con el vergonzoso dato de que en tres años sólo presentó una iniciativa y ésta no fue aprobada.
Pero la popularidad del ranchero seguía subiendo como la espuma, sobre todo porque invirtió en la cría de animales y fundó el rancho “Las Cubatas”, además de que mantenía (y mantiene) el control de la caja de ahorros de la Unión de Cañeros y concede créditos al por mayor.
Ya en la debacle del PRI todavía le alcanzó para ser diputado local, presidente del partido y candidato a gobernador. Se dice que Graco Ramírez negoció a nivel central para que le pusieran un “contrincante débil”, y ese fue Amado Orihuela.
Hoy, como muchos priístas, aparece como militante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el pasado 12 de junio “se destapó oficialmente” en un lujoso salón de la capital morelense. "Hay muchos aspirantes, pero no al Senado, hay aspirantes al Gobierno del Estado, yo creo que soy el primero que está dando a conocer este proyecto y las posibilidades son muchas", declaró.
Es innegable que tiene capital político. Se rumoró que le puso su estructura a Jorge Argüelles para que ganara la diputación federal en 2018, y con esa misma logró que su hijo Jorge Orihuela no solamente obtuviera un lugar en el Consejo Estatal sino que le dieran la cartera de Prensa y Propaganda en el Comité Directivo.
El pasado 27 de junio vino Claudia Sheinbaum a Morelos. Oficialmente sólo tenía un evento en Jojutla, pero aceptó participar “en privado” en lo que le dijeron que sería una reunión nacional cañera, a invitación de Elisio Morales Rosales, líder de la Confederación Nacional de Productores Rurales de la CNPR del Ingenio de Atencingo. Lo que no sabía es que Amado Orihuela ya había mandado invitaciones a “su informe, con la presencia de Claudia Sheinbaum como invitada especial”. Cuando se enteró de esto, la aspirante a presidenta de la República se molestó, aunque recibió con mucho agrado que los cañeros se declararan “claudistas”.
Eso es por cuanto a Amado Orihuela, quien abiertamente dice que quiere ser senador.
Mientras tanto, Arnulfo Montes Cuen no se ha destapado formalmente, pero en cada acto que organiza “siembra” mujeres y viejitos con una cartulina que dice: “Montes Cuen, senador”.
Arnulfo y quien esto escribe nos conocimos cuando éramos “compañeros de causa” pues a ambos no nos querían el gobernador Graco Ramírez y el alcalde de Jiutepec, Manolo Agüero. Y ¿Qué creen? Con ambos se fotografió años más tarde como candidato a diputado federal.
Arnulfo tiene una obsesión por ser representante popular y nunca lo ha logrado. Ha comprado candidaturas en prácticamente todos los partidos conocidos y con todos ha salido mal porque “le dan la mano y se agarra el pie”, como se dice vulgarmente.
En 2015 compró una candidatura para ser candidato a diputado federal por el PRI. Se registró como precandidato pero a última hora lo dejaron fuera. De último minuto logró la candidatura del Partido Humanista a la diputación federal por el distrito que abarca Jiutepec, Temixco y Zapata. A las 14 horas de aquel 7 de junio Arnulfo ya se sentía ganador pues sus operadores le habían informado que la gente que estaban “ayudando” a llegar a las casillas la mayoría había sufragado por él.
Pero por la tarde las cifras del INE le demostraron que alguien le había mentido. Le ganó Javier García Chávez “El Gato”, del Partido de la Revolución Democrática. Luego intentó quedarse con el Partido Humanista, pero no pudo quitárselo a Jesús Escamilla.
En 2017 pactó con Ignacio Pinacho, dirigente nacional de “Vamos Juntos”, y Francisco de la Garza, presidente nacional de Responsables por México AC, para ser candidato independiente a gobernador, pero al final ya no se registró.
En 2018 contendió bajo las siglas del Partido del Sol Azteca y, como siempre, perdió. Desde entonces cambió de estrategia y ahora se dedica a financiar candidatos. No sabemos de dónde obtiene su dinero, pero el hecho es que nunca se le acaba para regalar despensas, acarrear gente, “maicear” a líderes de colonias y —su último hobbie— organizar convivios con “carnita asada”.
Fue así como logró conquistar al arquitecto Eloy Cruz Cruz y a María de la Luz Villa, financiándoles toda su campaña como consejeros de Morena. Ya con los nombramientos en la mano, los trata prácticamente como sus empleados.
Su última aparición en público fue en la reciente visita de Adán Augusto López, el pasado lunes 24 de julio. Publicó en Facebook unas fotografías en las que aparece “organizando la visita de Adán Augusto”, junto con Joshio Ávila y otros integrantes del Grupo Tabasco. También, un promocional en el que dice que “Montes Cuen 24, invita” y enseguida vienen los lugares y horarios de los eventos que tendría el ex secretario de Gobernación.
Y después de la visita, una fotografía donde aparece mucha gente y él adelante, con el texto: “Te lo prometí y te lo cumplí”, como si él hubiera traído a todos los asistentes a esa asamblea informativa del Parque Solidaridad.
Así es Arnulfo, genio y figura. A ver si ahora sí se le hace.
HASTA MAÑANA.