Dicen los politólogos que el primer acto de corrupción es aceptar un cargo para el que no estás preparado, y en el caso del ex coordinador de Movilidad y Transporte, Josué Fernández Fernández, quedó como “anillo al dedo”. Lo peor es que quien llega a suplirlo, Jorge Alberto Barrera, conoce menos del tema, y por lo mismo el reto es mayor.
Vamos por partes.
Desde que se hizo público el nombramiento de Josué Fernández Fernández como nuevo titular de la institución reguladora del transporte -ahora dependiendo de la Secretaría de Gobierno-, varios coincidimos que ese muchacho estaba muy verde para “domar a ese toro”, aunque tuviera toda la confianza de la gobernadora Margarita González Saravia.
Su carrera universitaria de Seguridad Ciudadana, su posición dentro del partido Morena y su excelente relación con algunos grupos de concesionarios a partir de que fue el coordinador de Transportes de la campaña de la entonces candidata a la Gubernatura, no fueron suficientes para poder darle rumbo a la naciente Coordinación General de Movilidad y Transporte.
Todo lo que se prometió fue un fiasco: no hay placas metálicas, tampoco tarjetas de circulación ni licencias, y las filas para tramitar los llamados refrendos son enormes. Ni siquiera fueron capaces de tramitar unas cuantas facturas que la Oficina de la Gubernatura les pidió como apoyo especial.
Pero lo más grave de todo es que no hubo pruebas de que la corrupción se haya desterrado. Al contrario, el joven morenista comenzó a cambiar radicalmente su modo de vida, desde su vehículo, su casa, y sus cuentas en restaurantes.
“Todo ha sido mediático, no hay pruebas contundentes”, contestó la gobernadora cuando reporteros le preguntaron su posición con respecto a las múltiples quejas por la ineficiencia en la CGMyT, lo que genera corrupción. Esto fue el lunes 27 de enero durante su tradicional conferencia de prensa; sin embargo, las quejas continuaron llegando por todos los medios.
“Sólo reparten 60 fichas en las delegaciones. Si uno requiere la licencia para hacer valer un seguro por siniestro automotriz y no alcanzaste ficha, siempre hay alguien que te ofrece agilizarte el trámite por mil pesos. Y la necesidad nos hace caer en la corrupción”, decía uno de los tantos mensajes.
La gobernadora le dio indicaciones a la Contralora, Alejandra Pani Barragán, quien hasta ese momento había tenido una actitud muy pasiva con respecto a las quejas. Reunió información suficiente que indicaba que los principales actos de corrupción estaban en las áreas de Revista mecánica, Sistemas, Concesiones y Refrendos, sin embargo, advirtió que las cosas podrían salirse de control, por lo que pidió el apoyo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Así, alrededor de las nueve de la mañana de este martes, la contralora en persona llegó acompañada de auditores y policías. Fue una especie de “asalto” a las oficinas de Movilidad y Transporte que tomó desprevenidos a los servidores públicos y a la gente usuaria que en ese momento estaba formada.
“Se suspende el servicio en este momento”, indicó uno de los funcionarios de la Contraloría mientras ordenaba a los elementos que tomaran posesión de las cuatro oficinas arriba señaladas y les comunicaron a los respectivos directores que debían abandonar las instalaciones.
“Josué no fue destituido. Él presentó su renuncia en protesta por esa incursión ilegal por parte de la Contraloría”, confió uno de los empleados de la dependencia.
Luego se enteraron a través de los medios de comunicación que la gobernadora acababa de designar a Jorge Alberto Barrera Toledo como nuevo coordinador general de Movilidad y Transportes, pero éste no se presentó en las oficinas durante el día, por lo que se espera que hoy arribe a conocer las instalaciones.
¿Quién es el nuevo titular de la Coordinación General de Movilidad y Transportes?
Si decimos que no tiene el perfil para ocupar dicho cargo es porque conocemos su trayectoria: Es licenciado en Arquitectura y maestro en Estudios Regionales; fue director de Proyectos en el Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Cuernavaca durante el trienio de Antonio Villalobos Adán; diputado federal por Morelos del 2021 al 2024 y hasta ayer era “coordinador de territorios de paz y Buen Vivir” dependiente de la Oficina de la Gubernatura.
Debemos reconocer que es de los pocos morenistas que no han cambiado su modo de vida a pesar de que ya fue diputado federal. Su paso por el Congreso Federal fue exageradamente discreto, aunque no podíamos esperar otra cosa en una Legislatura que no tenía otra opción que votar absolutamente por todas las iniciativas que enviara el presidente de la República.
Recordamos a “Jorge Toledo” (nombre artístico que adoptó para su corta carrera política), caminando por las calles de Alta Vista, pegando él mismo unas hojas con su efigie con la esperanza de salir en las encuestas que le permitieran obtener un cargo de elección popular. Por codo o por congruente con el partido, el hecho es que no logró aparecer en las encuestas.
Barrera Toledo es un “pan de Dios” -como definiera Cuauhtémoc Blanco a su secretario de Gobierno Samuel Sotelo- al que no podemos imaginar enfrentándose a las mafias del transporte que prevalecen en la entidad.
Suponemos que la propuesta de que él sustituyera a Josué Fernández surgió de la propia Alejandra Pani, quien fue su compañera de Legislatura Federal, además de que ambos provienen del grupo político conocido como “los rabinistas”. O bien, a propuesta de su actual jefe, Javier García Chávez. O de ambos.
El hecho es que ya está ahí, con el enorme reto de “sacar el buey de la barranca” que su antecesor no pudo a pesar de que contó con el apoyo de todas las dependencias relacionadas con la función de regular el servicio público y particular de los vehículos en todas sus presentaciones.
Para colmo de males, ahora tendrán que cambiar todos los documentos firmados por Josué y eso retrasará aún más los servicios que todos los morelenses estamos esperando: placas metálicas (no digitales que no son válidas en la CDMX); licencias de manejo (aunque no sean permanentes, pero que haya), y permisos provisionales del estado para que ya dejemos de usar los que provienen del estado de Guerrero.
HASTA MAÑANA.