Ahora son 109 las víctimas de las libertades de prensa y expresión en nuestro sufrido país; llegamos a esta cifra mortal, horas después de que en la hermana República de Honduras también fue sacrificado otro colega, además de sumar toda una serie de agresiones físicas y verbales a trabajadores de la prensa y agresiones amedrentadoras con armas de fuego a las sedes de medios de comunicación.
El estado de Morelos, que hasta ahora había sido ajeno en estos trágicos hechos de los últimos 12 años, es el escenario del asesinato que comprueba nuestro aserto de que el gremio mexicano vive en un inmisericorde y permanente duelo.
El cuerpo del periodista y líder estatal de la organización priista Emprendedores por la Nación, René Orta Salgado fue localizado por elementos de la Policía Estatal en el interior de una camioneta de lujo en la calle del Hueso de la colonia Buena Vista, a unos metros de la 24ª Zona Militar y de la sede de la Secretaría de Auxilio Ciudadano de Cuernavaca.
El cuerpo que se hallaba en el área de equipaje del vehículo tenía más de 36 horas de haber fallecido al parecer por estrangulamiento, presentaba huellas de tortura, se encontraba maniatado y amordazado. El vocero de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), Efraín Vega Giles, se apresuró a informar que René Orta había dejado recién la profesión y “estaba dedicado a la actividad política” tras haber ejercido el periodismo por 23 años en el Sol de Cuernavaca, en la fuente policíaca y de justicia. Su desaparición había sido denunciada por sus familiares.
Con respecto al colega asesinado en Honduras, la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, por medio de nuestro presidente Juan Carlos Camaño, manifestó nuestras condolencias y solidaridad a los familiares, compañeras y compañeros de profesión de Erik Alexander Martínez Ávila de 32 años, candidato a diputado por el partido del ex presidente Manuel Zelaya, su cadáver fue encontrado en una alcantarilla en la aldea Guasculile, en el Distrito Central. El joven era además fundador del Movimiento de la Diversidad en Resistencia y formaba parte de la Asociación Kukulcán, organizaciones defensoras de los derechos de las minorías sexuales.
Asimismo, la FELAP expresó su más enérgico repudio ante su asesinato y exigió verdad y justicia a las autoridades judiciales y políticas de aquel país. Añadió que este crimen se suma a otros 21 asesinatos contra trabajadores de la prensa, tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya en 2009.
Con la muerte de René Orta Salgado, el número de asesinatos en México se eleva a 109: 92 periodistas, 9 trabajadores de prensa, 6 familiares y 2 amigos de comunicadores, además de las 18 desapariciones forzadas, 4 colegas fueron encontrados muertos, por lo que 14 continúan en la incertidumbre de su paradero. Crímenes todos, ocurridos durante el sexenio de Vicente Fox Quesada y en lo que va del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
Es también de resaltarse la salvaje golpiza de la que fue víctima el periodista Gerardo Ponce de León, conocido como el doctor Zhivago, director del portal MarquesinaPolítica.com en sus propias oficinas de Paseo del Norte y Solidaridad, colonia Paseo del Sol, de la ciudad capital de Hermosillo, Sonora; la agresión a balazos y el lanzamiento de una granada de mano contra el edificio sede de los periódicos El Mañana y La Tarde, de Nuevo Laredo; y la agresión, previamente desalojado, al edificio del diario “Hora Cero” de Reynosa, ambos en el Estado de Tamaulipas sin que nadie resultara lesionado. Ambos estados se ubican en el norte del país.
La Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-México; la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; el Club Primera Plana, CPP, y la organización estatal, Asociación de Periodistas y Comunicadores de Morelos, APECOMOR, exigen a las autoridades parar esta ola de violencia contra los informadores que tiene el objetivo de cancelar las libertades de prensa y expresión, y por ende el derecho a la información del pueblo de México.
Nuevamente el ¡ya basta! va dirigido al presidente, Felipe Calderón Hinojosa, en nuestra reiterada, severa y firme demanda de justicia.
Al aire
No pudimos despedir a René ni acompañar en el duelo a sus seres queridos; su cuerpo fue trasladado a Puebla en donde tenemos entendido, le darían el último adiós.
Respetamos por supuesto esa decisión que entedemos también reclamaba soledad y tranquilidad. Vaya para ellos, hijos, familia y pareja, nuestro más sentido pésame.