A estas alturas, debe advertirse como error la falta aunque también la estrategia, así lo entendemos, será el factor sorpresa para la convocatoria oficial del próximo jueves.
Los tres candidatos intercambiaron señalamientos y preguntas que no respondieron, pero también dejaron planteamientos que hacen notar que ninguno de ellos es “perita en dulce”. Como seres humanos, en la empresa, en la familia, en la política tienen de qué ser cuestionados, todos han cometido errores y son vulnerables ante sus contrarios.
Ninguno tiene algo grave que esconder o de qué avergonzarse; ya conoceríamos de ello. Las propuestas de campaña, la imagen, la “confianza” que puedan generar en los votantes y por supuesto la estructura partidista definirán quien será el gobernador de Morelos. De ahí, que de antemano, ante la limitante en ese sentido del Partido Social Demócrata, la única apuesta es permanecer con el registro estatal, la conquista de alguna diputación plurinominal, de suerte alguna alcaldía y las regidurías que alcancen.
El nivel observado entre los senadores con licencia fue bastante aceptable. El discurso, su defensa, la experiencia y la propuesta podríamos decir son positivas. En quien recaiga la responsabilidad del Ejecutivo se podría advertir rumbo.
Estamos imposibilitados, ante la decisión de la no presencia que no ausencia, de opinar sobre lo que no vimos, sobre lo que ignoramos, sobre lo que no se quiso plantear. Habrá que esperar como lo dijimos, a la sorpresa que seguramente tiene preparada para el encuentro oficial, que según entendemos, le será suficiente para ignorar las ausencias pasadas y futuras al candidato del PRI.
Felicidades a la Federación de Estudiantes Universitarios que propiciaron en su alma mater este ejercicio en orden y ánimo de convivencia, como lo fue en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García; contrasta con lo acontecido recientemente en las universidades iberoamericana, Autónoma de Querétaro y Autónoma de Nuevo León.
Ese es el espíritu que debe prevalecer en las instituciones de educación superior: la confrontación plural y universal de las ideas.
Al aire
De gran impacto el hallazgo en Chilpancingo del cuerpo sin vida del joven Alan Israel Cerón Moreno; las primeras indagatorias hacen presumir que se trata del chico desaparecido desde el 16 de diciembre.
Falta por supuesto el que la autoridad determine, vía estudios forenses, si es o no esa osamenta la del joven; su familia ha sufrido en etapas, como sucedió en el caso de Jethro Ramsés Sánchez Santana: la desaparición, las mentiras, la lentitud en la investigación, la inquietud del paradero, el temor del desenlace y ahora la incertidumbre de su muerte con la natural esperanza de que no se concrete.
Ahora viene la lastimosa espera, el desenlace doloroso, que se llevará entre 10 y 15 días, para saber si hay o no coincidencia entre las muestras tomadas a los familiares con la osamenta, de acuerdo con la prueba forense de genética.
Como padre, como hermano, como amigo, sólo de imaginar esa tortura, nos obliga a levantar la voz y dedicar estas líneas, en la exigencia de justicia, sólo eso: justicia.