La universidad requería, según mi percepción, de cambios estructurales importantes y eso propuse. Mencionaré 4 aspectos que señalé como necesarios para una reforma real de la UAEM: 1. Actualización de la Normativa Universitaria; 2. Un nuevo Modelo Educativo, centrado en el estudiante; 3. Transformación del Modelo Organizacional, Académico y Administrativo; y 4. Una nueva política de negociación y gestión de los recursos. Todo lo anterior con base en un diagnóstico nada alentador de nuestra máxima casa de estudios. De acuerdo con un análisis comparativo de los avances de otras universidades, en casi todos los puntos estábamos en gran desventaja. En el Nivel Medio Superior (preparatorias) y en el Nivel Superior (tanto en licenciaturas como en posgrados), casi todos los indicadores nos colocaban entre las universidades con el menor reconocimiento de calidad de sus programas educativos. Con una Ley Orgánica con más de 40 años de vigencia e igualmente con estatutos con serias lagunas y contradicciones, que no consideraban los cambios y el propio crecimiento que ya tenía nuestra UAEM. Con un severo déficit, con pasivos millonarios ante el IMSS y el Infonavit que nos tenían embargadas, congeladas, algunas de las cuentas bancarias. Con dos años de rezago en el pago del Estímulo al Desempeño a los Profesores e Investigadores de Tiempo Completo. Con serio abandono de mantenimiento en todas las instalaciones. Con un deficitario crecimiento de matrícula de alrededor de 200 alumnos por año. Con una organización administrativa, tanto en lo financiero como en el manejo del personal, muy rudimentaria, con procesos manuales, sin la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías computarizadas e Internet. En fin, el panorama era muy complejo. Ante esta situación, mi propuesta de reformas estructurales tenía que realizarse con acciones concretas y establecí las siguientes 10 tareas: 1) Incrementar los programas de calidad, sometiéndolos todos a la evaluación correspondiente, ante los organismos designados para ello (COPAES y CIEES) y llevar los programas de posgrado al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) evaluados por Conacyt. 2) Fortalecer la investigación, a través de la Consolidación de los Cuerpos Académicos de los Investigadores; impulsar la transferencia tecnológica y mejorar la infraestructura del área. 3) Ampliar la Extensión Universitaria. 4) Establecer un nuevo Modelo Educativo que esté empatado con los programas nacionales e internacionales y centrado en el estudiante para que posibilite la mayor y mejor movilidad estudiantil a través de becas, a nivel nacional e internacional. Que a su vez promueva una formación integral, con deporte, cultura, idiomas, etc. 5) Profesionalización de Directivos y Administrativos.
Por cuestión de espacio, mencionaré sólo estas cinco tareas. En mi próxima intervención continuaré con las otras cinco y describiré los resultados obtenidos en cada una de ellas hasta el momento. Por Una Humanidad Culta. ¡Hasta la Próxima!
Twitter: @uaemrector y e-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.