Sin lugar a dudas, hemos avanzado y se reconoce. Además, lo que no dijo en relación a la educación superior es que también hemos avanzado en términos de calidad, principalmente las universidades autónomas, que tenemos más historia y mucho más complejidad que las públicas no autónomas. El esfuerzo que ha hecho la UAEM para crecer en cantidad y calidad no tiene precedentes. La infraestructura, lo hemos dicho, es un fiel reflejo de su crecimiento. Sin embargo, algo insólito, no comprensible desde ningún punto de vista es que este crecimiento no vaya acompañado del aumento en el presupuesto ordinario para el pago de horas docentes. Desde los años noventas, se congeló el crecimiento de la asignación presupuestal destinada al pago por horas de los docentes. Como si desde entonces no fuera posible reconocer que la población se incrementó y que la necesidad de más profesores se hiciera lógica. La diferencia acumulada desde aquella época es de ocho mil 595 horas no consideradas para el pago de maestros, sin contar las que se han acumulado en mi administración, que son cubiertas con los recursos estatales asignados a regionalización, pero aún no regularizables.
Es como si en un comportamiento disociado se dijera que es necesario crecer porque ya estamos entre los peores países del mundo en materia de cobertura; apenas llegamos al 30%, mientras la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) nos señala que la media de los países que la integran es del ¡66%! Se asignan recursos para infraestructura y equipo, pero no para maestros y administrativos. Como si dijeran: “UAEM, a ver cómo se las arreglan para pagarle a los profesores que se necesitan para dar clases a los nuevos grupos de alumnos que queremos abrir” (a las universidades públicas no autónomas no las tratan así). Como dice el presidente Calderón, se han creado más de 90 nuevas universidades y construido más de 50 nuevos campus. ¡Excelente! Pero ¿qué pasa con los grupos que se han formado desde antes de este sexenio?, ¿esos no cuentan? Es cuestión de lógica. Y peor aún, los nuevos grupos ¿se quedarán en la incertidumbre para los próximos años? Hay que recordar que la asignación de pagos para esos nuevos grupos son proyectos especiales y concursables, no regularizables, a nivel federal y estatal. El próximo sexenio ¿correrán el destino de los antiguos grupos de alumnos y sus profesores, que han acumulado más de ocho mil 595 horas sin reconocerlas en el presupuesto? El próximo sexenio tendremos más 19 mil horas sin ser reconocidas y con ello incrementaremos nuestro déficit. Eso sí, tendremos el 30% o el 33% de cobertura, pero al interior y al final de cada año las universidades (en plural, porque somos casi todas las autónomas del país) vemos incrementar el déficit, sin solución. ¡Tenemos que dar certidumbre! Se la debemos a los alumnos, profesores y trabajadores administrativos. Alcanzar siquiera la media de la OCDE requiere primero que se reconozca la necesidad de un crecimiento sostenido del presupuesto, que ha sido hasta la fecha incierto. Las paredes y los equipos no hacen la educación; para ello se requiere de profesores y trabajadores administrativos, ¡hay que pagarles con todas las de la ley! Por un lado, hay que darles seguridad a más de diez mil 500 jóvenes que solicitarán ingresar a la UAEM en el 2012 y, por otro, es una necesidad del país, como economía emergente, dar respuesta al gran rezago educativo que tenemos, aun con los casi 100 mil ingenieros que egresarán este año, más que en Brasil o cualquier país europeo. Lo cierto es que eso no alcanza, pues seguimos muy por debajo de varios países latinoamericanos y europeos en materia de cobertura. Efectivamente, presidente Calderón, hemos crecido en infraestructura como nunca en nuestra universidad, también en cobertura no tenemos precedentes, pero es necesario que se reconozca a los profesores y trabajadores administrativos que van junto a este gran crecimiento. Si no es así, es un falso crecimiento. Es un crecimiento de locura: ¡las paredes no dan clases y los salones no se asean solos! Es necesario considerar al gran valor humano que son los que hacen la vida universitaria. Señores diputados y Sr. gobernador consideren estos aspectos a la hora de asignar el presupuesto de la UAEM. ¡Hasta la próxima! Por una Humanidad Culta. Twitter: @uaemrector, e-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.