Lo anterior puede ser comprobado en el actual proceso de renovación de la dirigencia tricolor, cuando uno de los rivales a vencer es Saucedo, un tipo acostumbrado a la presión y a los golpes bajo la mesa. Empero, si algo le caracteriza es la resistencia.
Por lo tanto me parece que el correo electrónico enviado ayer a varios comunicadores sociales, incluido quien esto escribe, supuestamente bajo la autoría de Manlio Fabio Beltrones Rivera, líder del grupo parlamentario del PRI en el Senado de la República, es una vacilada que ni cosquillas le hará a la tendencia encabezada por Saucedo. Palabras más, palabras menos, Beltrones “desautoriza” a dicho personaje para efectuar cualquier tipo de proselitismo y niega ser su “padrino”.
No se requiere ser docto en el análisis político para determinar que tal correo electrónico no fue elaborado y enviado por Beltrones, sino por quienes hace unos días quisieron distorsionar la participación de Saucedo Perdomo en el proceso de reestructuración priísta, aduciendo que se retiraba de la justa porque así lo había pactado con Beatriz Paredes Rangel, lo cual fue desmentido de inmediato por el precandidato. Hasta el momento de redactar la presente columna, su servidor no había recibido aún la respuesta de Víctor al “escrito” de Beltrones, lo cual pudo suceder durante el resto del día. Sin embargo, ni falta me hizo, pues el prestigiado líder senatorial y fuerte precandidato a la candidatura presidencial del PRI no se distraería con asuntos locales que por ahora sólo atañen a la militancia priísta de Morelos.
Tocante a la elección de nuevos dirigentes estatales del Partido Revolucionario Institucional, hoy podría expedirse la convocatoria que contendrá las bases para el proceso respectivo y la fecha de elección. Empero, lo anterior deberá ser determinado por los contendientes, con la mediación de los enviados nacionales del PRI, entre ellos Juan José Castro Justo, pues Beatriz Paredes Rangel mantiene firme la premisa de que un proceso de consulta abierta a la base podría ser contraproducente. Es decir: la ex gobernadora tlaxcalteca pugna por una candidatura unificada, lo menos desgastante para una pléyade de políticos desacostumbrados a la competencia democrática y a la admisión de la derrota, pero bastante inclinados al uso de antiguas y viciadas prácticas para captar votos.
Se supone que Beatriz Paredes se reunió recientemente con los principales actores políticos morelenses, a quienes volvió a recomendar una candidatura unificada, aunque no marcó línea a favor de nadie. Samuel Palma César, uno de los rivales a vencer, se ha proyectado como el eventual candidato unificado, pero con la supuesta autorización de Paredes Rangel, lo cual no es del todo exacto, pues las huestes de Amado Orihuela Trejo, diputado local por el VIII distrito y quien más penetración ha logrado en la estructura territorial, aseguran lo mismo, aunque con una salvedad: el ex diputado federal por el IV distrito también está dispuesto a competir en la elección abierta. E igual sucede con Saucedo.
Platiqué hace unos días con Juan José Castro Justo quien, el evaluar lo sucedido en las elecciones del año pasado, indicó que fue posible, en términos razonables, la armonización de intereses y los priístas transitaron unidos hacia la selección de candidatos. “Así fuimos a la elección de 2009, con resultados extraordinarios: el PRI obtuvo la victoria en las cinco diputaciones federales, donde, cabe subrayar, se habían conseguido igual número de candidatos de unidad. Y con candidatos de unidad en los distritos locales, el PRI consiguió 15 de 18 distritos de mayoría relativa, ganando el 50 por ciento de posiciones en el Congreso del Estado. Igual nos levantamos con el triunfo en 16 municipios, que significan el 71 por ciento de la población total de Morelos”, recordó Castro Justo. Donde el tricolor no consiguió candidaturas unificadas perdió. Para el experimentado político guerrerense, todos los grupos que buscan la dirigencia estatal priísta deben reflexionar sobre la necesidad de llegar a 2012 con un alto nivel competitivo. “Si nos dividimos, vamos a perder”, advirtió. En lo personal me parece que tiene razón. Tal vez ya sucedió en el Congreso local, pero los priístas ya no deben dilapidar más el capital político que la sociedad les obsequió en julio de 2009.