La operación de PASA fue anunciada el 5 de abril de 2007, pero tardó poco más de un mes en implementar su sistema de recolección y traslado de la basura (con alrededor de 60 vehículos), aunque al principio de su contrato depositó temporalmente los desechos en el centro de transferencia de la avenida Estado de Puebla, al sur de la ciudad.
Sin embargo, el inicio de operaciones de PASA fue acompañado por una serie de trabajos periodísticos que evidenciaron las irregularidades del grupo en otras ciudades de la República. Como botón de muestra se tomó a Ciudad del Carmen, Campeche, donde la firma incumplió los requisitos municipales siendo sancionada pecuniariamente.
Respecto al contrato con el Ayuntamiento de Cuernavaca, PASA aceptó 50 condicionantes importantes. El documento se estableció para 20 años, comprometiéndose la empresa a aplicar una inversión de 180 millones de pesos y construir el relleno sanitario en Loma de Mejía que, según lo prometió el actual alcalde Manuel Martínez Garrigós durante su campaña preelectoral, deberá ser clausurado. El edil mantiene firme su decisión, pero la dirección regional de PASA, hoy a cargo de Sergio Urzúa, jamás la ha compartido. El confinamiento de la basura está cancelado por un amparo que interpuso el multicitado consorcio.
Sobre advertencia no hay engaño, y en muchas ocasiones pronosticamos lo que hoy está sucediendo en nuestra capital. La cauda de irregularidades cometidas por PASA en otras regiones mexicanas nos transfiere a la ranchería de Anacleto Canabal, adscrita al corredor industrial Loma de Caballo, Tabasco, donde el consorcio provocó una contingencia ecológica debido al flujo de lodos residuales tóxicos y biosólidos, violando la Norma Oficial Mexicana NOM-004-SMARNAT-2002. El problema se denunció en la Cámara de Diputados el 19 de enero de 2005, otorgándose vista a la PGR.
El 27 de marzo de 2006, también en Tabasco, ejecutivos de PASA del Sureste, de la noche a la mañana, fueron removidos o reemplazados por los escándalos ambientales y de corrupción en que se había visto envuelta la firma durante los últimos meses. Sin embargo, trabajadores de la firma señalaron que los enroques se dieron en funcionarios de primer nivel, destacando la salida de Edgardo Noriega Lugo, Manuel Aysa Bernat, Armando del Fuente, Alfredo Molina, Romeo Asunción Valenzuela, Jorge del Río y Miguel Sánchez, entre otros que ocupaban importantes carteras.
Dos semanas antes, en las instalaciones de PASA del Sureste, se dio un hecho que evidenció serias deficiencias en la forma de operar de la empresa y donde de manera arbitraria se intentó frenar el trabajo de las autoridades judiciales del Estado y legislativas, quienes acudieron a cumplir una diligencia-inspección en el marco de la denuncia que se investigaba bajo el expediente 526/2005 por daño y deterioro ambiental interpuesta por el diputado del PVEM, Pascual Bellizia Rosique. La empresa PASA no sólo impidió la diligencia, sino que por espacio de 60 minutos retuvo de manera ilegal a las autoridades judiciales y a los representantes de la fracción parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México en la LVIII del Congreso de Tabasco.
Por otro lado, en San Luis Potosí, el 7 de febrero del año 2009 trascendió que Promotora Ambiental de La Laguna, la cual participaba en el proceso de licitación de la recolección de basura en la capital potosina, había tenido conflictos en Torreón y Monterrey, al igual que en Guaymas, Sonora, donde empresarios y regidores tronaron contra la empresa regiomontana. De acuerdo con el líder de CANACO de Guaymas, Arturo Sandoval Barbarín, PASA incumplió con la recolección, traslado y confinamiento de la basura que se genera en la ciudad y no sólo incurrió en actos de contaminación ambiental, sino que frustró los esfuerzos de las autoridades por convertir ese puerto en un centro turístico. Según se aprecia, PASA nunca ofreció garantías para otorgar su servicio sin irregularidades o conflictos durante el plazo pactado con el Ayuntamiento de Cuernavaca. En fin.