La cleptocracia es el gobierno en manos de los ladrones. Este mal, que nos agobia, podrá ser combatido por el próximo gobierno dirigido por Morena si los dirigentes de este partido pueden entender cuáles son las condiciones sociales que favorecen este vicio. Aquí se sostiene que la distribución muy desigual de la riqueza, concentrada en pocas manos, es la causa de fondo de la corrupción ligada a la cleptocracia y sólo mitigando esa desigualdad se podrá reducir este problema.
Jun-Sung y Khagram[1] afirmaron que la desigualdad en la distribución de la riqueza, es la fuerza motriz de la corrupción. Ellos observaron que en 129 países, el grado de concentración de la riqueza se correlaciona fuertemente con el grado de corrupción. Los países más corruptos son los que tienen mayor concentración de la riqueza en pocas personas. Según Ruchir Sharma[2], México es un país dominado por muy pocos magnates, cuyas biografías familiares han sido publicadas por Zepeda Patterson[3]. En consecuencia, es un país muy propenso a la corrupción. Piketty[4], autor del libro más leído de la economía, insiste en el peligro de la concentración de la riqueza porque las fortunas acumuladas pierden su valor cuando no se emplean en la producción de bienes y servicios, ni en la creación de empleos bien remunerados.
Por lo tanto, el combate más efectivo contra la corrupción tendría que orientarse a la creación de redes amplias de distribución de la riqueza, a través de una creciente participación de las PYMES en las principales cadenas de valor de la economía. Esta idea es contraria a las creencias de los economistas neoliberales, quienes apoyan la desregulación para facilitar el crecimiento ilimitado de las grandes corporaciones que absorben a las PYMES porque tienen mayor tecnología y capacidad financiera. A corto plazo, la idea de las economías de escala parece lógica y sensata, pues las máquinas y el equipo complejo se amortizan mejor y producen con más eficiencia si su volumen es mayor. Pero, la automatización o mecanización completa de la economía conduce al desempleo masivo que es un grave mal porque se asocia con desorden y criminalidad. Eso es lo que pasó en EUA cuando la industria automotriz fue robotizada y el campo se mecanizó. Se produjo el desempleo de millones de trabajadores del noreste de ese país. Esos desempleados, sustentados por la limosna pública, sufrieron un proceso de enajenación que dio lugar al consumo de heroína, al nacionalismo radical y al voto que cree fanáticamente en la figura de Donald Trump. En México, el subempleo del 60% de la fuerza laboral ha creado un caldo de cultivo para el narcotráfico y el desorden social.
El lema de Fazle Abed de Bangladesh “Lo pequeño es hermoso, pero lo grande es necesario”[5] implica la creación de grandes redes de muchas pequeñas empresas, articuladas con grandes empresas u organizaciones que las coordinan. Así, el problema de la distribución de la riqueza, se relaciona con las reglas de distribución de los beneficios por medio de esas redes. En las cooperativas lecheras de Europa, las pequeñas empresas familiares tienen asegurados sus ingresos muy por encima del nivel de la pobreza. En las redes de innovación japonesa, las PYMES ganan suficiente para asegurar holgadamente el sustento familiar. Por lo tanto, la simetría económica no se produce por la exclusión de la mano de obra asociada a la automatización, ni por economías tecnológicamente atrasadas, si no por la asimilación progresiva de las PYMES en labores con cada vez mayor valor agregado. Alemania, Holanda o Suiza han enfrentado la competencia con China por medio del avance continuo de su tecnología, empleada por grandes redes de producción, con muy poco desempleo. América Latina ha sucumbido ante la competencia china porque no hemos podido crear redes con la tecnología disponible y nos hemos resignado a ser exportadores de productos o servicios con bajo valor agregado.
En conclusión, debido al atraso en la construcción de redes rentables y equilibradas entre las PYMES y las grandes empresas, la oligarquía mexicana se ha refugiado en el manejo corrupto de la economía para enriquecerse en forma acelerada. El resultado ha sido la cleptocracia a través de la “tajada” o “comisión”, exigida por la clase política para que se otorguen los contratos que nutren a la oligarquía. Parafraseando a Hobsbawn, la mafia sólo puede ser derrotada si la comunidad se organiza para proporcionar los servicios y beneficios que serían provistos por las cadenas clientelares asociadas a la corrupción.
[1] Jong-Sung, Y., & Khagram, S. (2005). A comparative study of inequality and corruption. American sociological review, 70(1), 136-157.
[2] Sharma, R. (2012). Breakout nations: In pursuit of the next economic miracles. WW Norton & Company.
[3] Zepeda Patterson, J. (2007). Los amos de México. Ciudad de México, Editorial Planeta.
[4] Piketty, T. (2014). El capitalismo en el siglo XXI. México: FCE.
[5] Minouche Shafik: Small is beautiful but big is necessary https://www.bis.org/review/r160930l.pdf.
[6] Hobsbawm, E. J. (1974). Rebeldes primitivos. Barcelona: Ariel.