Hace unos días recibí una noticia muy triste, que falleció el doctor Pablo Mulás del Pozo, destacado investigador de energía y quien fuera mi jefe en la división de Fuentes de Energía, del entonces Instituto de Investigaciones Eléctricas, hoy Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, una persona de gran valía y experiencia en las energías renovables, por las que luchó toda su vida.
Recientemente recibimos de Miguel Reyes, director de CFE Energía, los datos del costo de las diversas fuentes de energía. Y como anillo al dedo, me sorprendió que los costos de la energía van de la mano con la política energética del actual gobierno.
Según la CFE, la energía más barata es la hidráulica, seguida por la nuclear, las carboeléctrica, las centrales de ciclo combinado, la solar fotovoltaica, la geotérmica, la de combustión interna, la que se obtiene con turbogas y, finalmente, la eólica. ¡Caray, me quedé perplejo!, porque a nivel mundial la energía eólica o del viento es una de las más baratas, pero ahora resulta que en México es la más cara (véase tabla).
A los pocos días, apareció una tabla de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en la que proporcionaba los datos de los costos de cada fuente de energía, obtenidos con estimaciones de la CRE e información de la CFE SSB, en donde las energías renovables son las más baratas y luego sigue la hidráulica, el gas y la nuclear, así como los combustibles fósiles (véase tabla).
En mis cursos de divulgación de la ciencia siempre les enseño a mis alumnos que se deben consultar varias fuentes de información antes de dar cifras y de preferencia es importante que los datos de esas fuentes sean confiables. Y también que se deben de tener cuando menos tres fuentes diferentes para comparar los datos.
Al revisar los costos de cada una de las fuentes de energía que proporcionan el Departamento de Energía de EE.UU., el Banco Lazard y la Agencia Internacional de Energía (IEA) junto con la Agencia de Energía Nuclear —junto con los de la CRE que mencioné antes— me encontré que la energía eólica y la energía solar fotovoltaica son en los cuatro referencias las más baratas. Y después existen diferencias en la energía geotérmica, la hidráulica, las centrales de gas natural y las nucleoeléctricas, pero nuevamente hay una coincidencia en que las energías que emplean petróleo y carbón son las más caras, además de que, como sabemos, las que más contribuyen para afectar el clima del planeta con el Cambio Climático Global, que ha aumentado de manera artificial la temperatura del planeta y el nivel de agua de los mares. Cabe señalar que para calcular los costos se consideró el Costo Nivelado de Energía, en inglés Levelized Cost of Energy (LCOE) y el dólar a $21.00 (véase tabla).
El informe de IEA concluye: “A precios tan altos del costo por las emisiones de bióxido de carbono, es probable que las energías renovables, la hidroelectricidad o la energía nuclear constituyan las opciones de menor costo para garantizar una electricidad con bajas emisiones de carbono.” … “El almacenamiento podría complementar la generación renovable variable para mejorar la contribución de, por ejemplo, la generación eólica y la solar fotovoltaica con la demanda de electricidad.”
El estudio de IEA considera que la energía nuclear de largo plazo es la más barata. Sin embargo, llama la atención que el informe lo hizo IEA junto con la Agencia de Energía Nuclear mundial, además de que la energía nuclear potencialmente es muy peligrosa.
Así que como se ha visto, hay coincidencia en los estudios globales y de la CRE en cuanto a costos: las energías más baratas son la energía solar fotovoltaica, la del viento o eólica, el gas natural, la hidráulica y la geotermia. Y no como señala la CFE, que la energía eólica es la más cara.
CFE. Datos proporcionados por la CFE en la conferencia matutina, 26 de marzo, 2021.
CRE. Comisión Reguladora de Energía con información de la CFE SSB, febrero 2021.
DOE. Departamento de Energía de los Estados Unidos.
Lazard. Banco de inversiones Lazard, 2019.
IEA. International Energy Agency y Nuclear Energy Agency.