Para los enanos del tapanco, la simple mención de que Adame concurriría al informe del ex priísta y actualmente fuerte precandidato de la izquierda mexicana a la presidencia de la República, despertó suspicaces comentarios que, desde mi particular punto de vista, salen sobrando ante la vinculación de las dos entidades federativas. No sólo forman parte de una importante red comercial y turística, sino también se encuentran enlazadas por miles y miles de residentes en Morelos que viajan a diario hacia el DF para realizar sus actividades productivas, en tanto la capital morelense se convierte durante las noches en una “ciudad dormitorio” o “ciudad satélite”. Y para ilustrar lo anterior, a fin de que los especuladores eviten cualquier distorsión respecto de la presencia de Adame en el informe de Ebrard, me referiré al Instituto José María Luis Mora.
Dicha institución fue creada por decreto presidencial hace tres décadas, siendo reconocida en el mundo académico nacional e internacional por la excelencia de sus investigaciones históricas y sociales, y la calidad de las maestrías que imparte. A finales del año pasado difundió un trabajo denominado “Prospectiva”, donde analiza la cultura y la historia urbana, la organización política y el territorio, las empresas urbanas, la capital como símbolo, la construcción y la expansión de la mancha urbana, la ciudad y los actores sociales, los espacios homosexuales y la identidad en la Ciudad de México.
¿Qué relación tiene dicha investigación con quienes residimos en Morelos? Mucha, porque la problemática enfrentada por la capital mexicana nos afecta. Basta repetir que Cuernavaca se convierte a diario en una ciudad dormitorio del DF, mientras los familiares de quienes desarrollan allá su cotidianeidad laboral, coexisten entre nosotros de manera “normal”. Los fines de semana somos una “ciudad satélite” de la gran urbe, no sólo porque quienes trabajan a diario en la capital mexicana salen a pasear sobre nuestro territorio, sino porque miles de capitalinos viajan a Morelos para disfrutar de la industria turística.
El diagnóstico del Instituto José María Luis Mora, desde luego, aborda el tema de las posibles tendencias y escenarios que puede tener la ciudad de México y, junto con ella, otras ciudades que conforman la corona regional y que cada vez más están interrelacionadas y funcionan como una unidad, “que al tener ahora otra escala rebasa la explicación que nos ofrecían muchas de las teorías y de los paradigmas que se han utilizado hasta hoy para el análisis del crecimiento, las transformaciones y la expansión de las ciudades”.
“Los demógrafos nos informan que la dinámica del crecimiento de la población en la región Centro ha llegado a un límite, y que no pesa ya tanto el fenómeno de las migraciones; en algunas zonas, como en el DF, la tasa es incluso negativa, debido a la expulsión de habitantes hacia otros municipios conurbados”. Se observa que el ritmo de crecimiento de la corona de la ciudad de México (que incluye las ciudades de Toluca, Pachuca, Tlaxcala-Puebla, Cuautla-Cuernavaca) ha sido superior al del conjunto del país.
Surgen entonces factores inherentes al concepto de competitividad (por ejemplo la calidad de vida de sus habitantes) que resultan ciertos en cada caso. En el de la corona regional, en la que se incluye también a Querétaro, resulta significativo que esta ciudad se encuentre en un rango alto de competitividad, mientras que Cuernavaca y Puebla en un rango medio, y Toluca, Ciudad de México y Pachuca estén en el más bajo; aunque cada una de ellas tiene diferentes grados de competitividad por sectores y de especialización de actividades.
La dinámica del crecimiento de la población en la región Centro ha llegado a un límite; y no pesa ya tanto el fenómeno de las migraciones. En algunas zonas, como en el DF, la tasa es incluso negativa debido a la expulsión de habitantes hacia otros municipios conurbados. Aunque existe una dinámica interna que puede ser muy intensa, ya que existen centros expulsores y centros receptores entre los que se realizan intercambios constantes. Esto se relaciona con las diferentes etapas de concentración-desconcentración-nueva (y diferente) concentración que experimentan algunos conjuntos de ciudades. Cuernavaca y Cuautla están en la dinámica respectiva.