Antes de convertirse en “tepoztizo” –como él mismo se denominaba- el monero oriundo de Michoacán vivió las primeras décadas de su estancia en Morelos en la Ciudad de la Eterna Primavera, y hasta tuvo una escuela.
La primera ocasión que lo visité en Cuernavaca, vivía en la calle de “Amates”, en el centro de la ciudad y poco después se cambió a un nuevo hogar en la colonia Las Palmas. Posteriormente, hizo sus maletas para respirar mejores aires en Tepoztlán.
En una entrevista que sostuvimos en junio de 2004, Rius reveló porqué decidió venir a vivir a la capital morelense y dejar la ciudad de México: había sido víctima de la delincuencia -ejercida y organizada- desde el más alto nivel del gobierno federal. Lo habían mandado secuestrar y matar, para acallar su voz crítica, como se lo dijeron sus propios raptores, agentes de Gobernación.
“Tuve que salir del Distrito Federal y cambiarme a Cuernavaca –declaró entonces Rius- porque el doctor encontró que el secuestro me había provocado un problema cardiaco; entonces me vine acá, y desde entonces estuve trabajando ya tranquilo hasta ahora”, refirió hace diez años.
El padre de Los Supermachos y de Los Agachados, manifestó además, que al poco tiempo de lo ocurrido, se puso a averiguar a quién le debía el susto.
“Don Paco Martínez de la Vega –asesor del presidente (Gustavo) Díaz Ordaz- con el que yo trabajaba en la revista Siempre, me dijo que los culpables de todo esto eran (Luis) Echeverría y el secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán”, rememoró el autor de más de cien títulos de libros, la mayoría de los cuales, fue hecha en esta entidad.
Agregó que después de que se conoció que el “tapado” de Díaz Ordaz era, precisamente, Echeverría, “cuando yo supe que iba a ser el próximo presidente dije: ¿a qué e tiro?, mejor me voy del país, pero no me fuí”, acotó.
Explicó por qué no lo hizo: “en ese tiempo Echeverría tenía un secretario que era Fausto Zapata Loredo, el que luego quiso ser gobernador de San Luis Potosí. Yo había trabajado con él y éramos muy cuates en La Prensa. Entonces lo fui a ver y le dije: ‘oye, ¿a qué le tiro yo si Echeverría me mandó matar y va a ser presidente?”.
La respuesta de Fausto Zapata, recordó Rius en la entrevista, fue que no se preocupara, ya que estaba seguro de que Luis Echeverría no tenía la culpa de lo que le había pasado. Y le pidió regresar al día siguiente.
Volví a hablar con él, añadió Rius, “y Fausto Zapata me dijo: ‘el licenciado dice que te garantiza que puedes trabajar tranquilamente en México’”. Después de eso, llegó a Cuernavaca con la familia que tenía entonces, y que todos los que leyeron sus historietas recuerdan, dado que eran las personas que firmaban como autoras del “color” y del “sonido”, de cada número.
En Bajo el volcán, un año antes de esa larga charla con Rius, se le cuestionó al monero que si bien había hecho libros con las biografías de revolucionarios como Marx, Lenin, Mao y el Ché Guevara (todos con el agregado para principiantes), por qué no había un volumen dedicado al general Emiliano Zapata Salazar.
Y la respuesta fue: “porque lo incluí en el libro La Revolucioncita Mexicana, pero sí confieso que estoy en deuda con Emiliano, porque sí le quiero hacer algún día un trabajo más especial, un libro dedicado a él”
Aseguró que era difícil dar una fecha para comenzar esa obra, “una de las razones es que a Emiliano Zapata se le conoce muchísimo. A Marx, Lenin, Mao y el Ché no se les conocía, entonces esa era la intención de hacerles libros, pero los caso de Emiliano Zapata, Pancho Villa y Madero, son tan conocidos que hasta los niños todavía saben o adivinan quiénes fueron. Entonces siento que es un trabajo que vendría a formar parte de una larguísima lista de libros que se han hecho sobre todos ellos”, argumentó.
Por otra parte, al revisar en el portal de la XXXV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, las “efemérides” de escritores que en 2014 cumplen un aniversario importante –luctuosos o de nacimiento- y por lo tanto, son sujetos de homenajes, mesas redondas o presentaciones de sus obras, entre otros eventos en la ciudad de México, nos dimos cuenta de que no incluyeron a Rius, por lo que escribimos una carta al periódico nacional La Jornada, para denunciar tan sorprendente olvido.
La misiva apareció en estos términos, el pasado miércoles 26 de febrero, con el encabezado “Se olvidaron de Rius en la feria de Minería”:
“Lamento el injustificable olvido de los organizadores de la 35 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería: no incluyeron en su lista de efemérides a uno de los autores mexicanos más queridos y leídos de los últimos 60 años: Eduardo del Río García, Rius.
“En este 2014, el caricaturista cumplirá 80 años de vida y seis décadas de haber iniciado su trabajo en la caricatura. En todo este tiempo, ¿quién no ha conocido alguno de sus libros? “Curiosamente, en esta edición, que tiene como invitado al estado de Morelos, tampoco se acordaron de que el michoacano vivió primero en Cuernavaca y después en Tepoztlán, durante varias décadas.
“Expreso mi más amplia indignación por esta desafortunada omisión. Invito a todos los lectores a acudir a la feria para comprar aquellos títulos que les hagan falta, de los más de cien de su autoría.
“Hay que celebrarlo como corresponde y como lo hemos hecho anteriores y nuevas generaciones: leyéndolo y reflexionando sobre los temas que de tan original manera aborda con su humor irreverente”, señala el texto que firmamos.
*ESLABONES
*El día de ayer, reapareció de manera pública el periodista Víctor Roura, quien durante 25 años fue el coordinador de la sección cultural del periódico El Financiero. Lo hizo en la Feria del Libro de Minería, para presentar un nuevo proyecto editorial: el periódico cultural “De largo aliento” –en donde estará al frente de la dirección- y estuvo acompañado por los escritores Ignacio Trejo Fuentes, Eusebio Ruvalcaba y el periodista Jaime Avilés. De cómo estuvo ese acto informaremos muy pronto a nuestros lectores.