Después de casi dos años del fallecimiento en la Ciudad de la Eterna Primavera de la intérprete internacional Chavela Vargas (5 de agosto de 2012), quien radicó en Ahuatepec y Tepoztlán las últimas décadas de su vida, finalmente se ha organizado un homenaje en Cuernavaca para recordarla.
La cantante española Martirio y su hijo, el guitarrista Raúl Rodríguez, presentarán en el Teatro Ocampo el espectáculo musical De un mundo raro. Cantes por Chavela.
Homenaje en el Teatro Ocampo
Después de casi dos años del fallecimiento en la Ciudad de la Eterna Primavera de la intérprete internacional Chavela Vargas (5 de agosto de 2012), finalmente se ha organizado un homenaje en Cuernavaca para recordarla. La cantante española Martirio y su hijo, el guitarrista Raúl Rodríguez, presentarán en el Teatro Ocampo el espectáculo musical De un mundo raro. Cantes por Chavela, el viernes 16 de mayo, a las 20:00 horas La artista oriunda de Costa Rica, radicó en Ahuatepec y Tepoztlán los últimos 25 años de su vida, en donde compuso temas emblemáticos de su repertorio como María Tepozteca y Noches de Ahuatepec.
De acuerdo con el portal del gobierno del estado de Morelos, se espera la presencia de la artista española el viernes 16 de mayo, a las 20:00 horas, para una presentación única, en un concierto con costos de entrada que van de los 100 a los 300 pesos.
“Para la despedida de Chavela Vargas en el Palacio de Bellas Artes en abril de 2012, la gran diva de la música mexicana eligió a Martirio como una de las dos artistas en concierto.
“Ahora Martirio rehace esta misma magia con su versión propia de la canción ranchera acompañada con la guitarra española de Raúl Rodríguez, en el Teatro Ocampo de la ciudad de Cuernavaca, Morelos”, señala la información gubernamental.
Cabe decir que esta fusión de ranchero y flamenco, también está programada en la capital de la República Mexicana: el homenaje a Chavela Vargas podrá ser visto y aplaudido en el Distrito Federal un día después de la presentación en la capital morelense: los días 17 y 18 de mayo en el Teatro de la Ciudad.
El concierto de voz y guitarra está basado en el álbum del mismo título, en donde se pueden disfrutar diez de los temas que Chavela Vargas solía interpretar con su estilo inigualable: Luz de Luna, Un mundo raro, El andariego, La Noche de mi amor, Las ciudades, Sombras,
Quisiera amarte menos, La Llorona, La Sandunga, Las simples cosas, y que ahora podrán ser apreciados por el público de Morelos en la versión de Martirio.
De acuerdo a la propia Chavela Vargas, ella radicó en el estado de Morelos los últimos 25 años de su existencia, en lugares como Ahuatepec, en Cuernavaca y Tepoztlán, en las faldas del cerro El Chalchi; sin embargo, fue este último municipio el único que le organizó un homenaje en vida, el lunes 23 de noviembre del 2009, año en que la intérprete llegó a su onomástico 90.
Cuernavaca nunca cumplió con un anunciado homenaje en vida, a pesar de que Chavela escribió a uno de sus poblados uno de los más hermosos temas de su autoría: Noches de Ahuatepec, un canto de amor en donde clamó con desgarros en su voz: “Luna magnolia de plata/ que en mi serenata te vuelves canción/ Ahuatepec, con tu noche cobijé mi pena tan honda de amor. / Vine a ti porque sé,/ que en tu cielo y en tu noche hallaré,/ el consuelo para mi dolor. “
Otra de las grandes –y pocas- composiciones de la autoría de Chavela es la reconocida, y cantada por el mundo, María Tepozteca: “Tepozteca linda, de pezón erecto de zapote prieto./ Ojos de obsidiana, te parió tu madre Tepalcate eterno. / Luna Tepozteca, te pintó tu cuerpo con deseos nuevos;/ y en las madrugadas te mojas los muslos/ con el agua mansa de tus arroyuelos.”
Durante su homenaje en Tepoztlán y con la voz quebrada, Chavela Vargas dijo a su público: “quiero llorar y no puedo, quién sabe por qué será, pero estas son las cosas que se agradecen, de un pueblo como éste, en un homenaje para mí que no merezco. Lo agradezco en el alma, con las lágrimas en los ojos y muy agradecida, que Dios siempre esté con su mano protectora cuidando los tepoztecos, mis queridos tepoztecos, en mi corazón los quiero”.