La película documental Rosario, de Shula Erenberg, es un reconocimiento a la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra como mujer, pero sobre todo, “en definitiva, es la revalorización de alguien que sigue pidiendo justicia, después de 39 años” de la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra, detenido en una calle de Monterrey, Nuevo León el 18 de abril de 1975.
“A pesar de las pruebas y de los testigos, nunca se hizo un juicio justo”, dice la directora de la obra fílmica, Shula Erenber, quien la presentará el próximo jueves 29 de mayo, a las 16:30 horas, en el recién inaugurado Cine Club de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), al que se le ha denominado Doc Klub.
Presente en la inauguración de ese espacio cultural, la tarde del pasado jueves 22 de mayo, la realizadora dice que no había podido ver película con que comenzó el cineclub: Javier Sicilia. En la soledad del otro, de Alcira Soler, dado que cuando su compañera presentaba la obra en un festival, ella hacía lo propio pero en otro.
-¿Cuál fue su objetivo cuando hizo este documental?
-Lo que buscaba era retratar la Rosario que hasta ahora, después de 39 años, de lucha permanente, sentía que no se había hecho ningún trabajo de reflexión sobre ella, no sobre el movimiento, porque de eso sí se hizo, se hicieron varios trabajos, pero no un trabajo reflexivo sobre ella que representa una madre, una madre mexicana como cualquier otra, que por las circunstancias de la vida, se va politizando y va tomando una importancia a nivel social relevante.
Creo que hay pocos trabajos sobre la memoria en México y si no construimos en base a nuestra memoria nuestra historia no podemos salir adelante.
-¿Cuánto tiempo le llevó la realización de este trabajo y cómo surgió el guión?
-Fueron dos años de trabajo, entre el trabajo de desarrollo y la realización. El guión yo lo fui construyendo a partir de los testimonios. Yo tenía un objetivo que fui buscando, pero el guión sí lo construí -y siempre trabajo igual- con base al material que voy juntando.
Voy con objetivos, tengo mi escaleta (lista de escenas en una historia), de qué es lo que quiero, qué es lo que me interesa buscar, qué es lo que me interesa contar, narrar. Una vez que tengo el material empiezo a construir el guión.
-¿Qué busca provocar en el público?, ¿que se dé cuenta de algo que ya sabe: que la justicia en este país es lenta o muchas veces no se da?
-En realidad lo que a mí me interesa es que el público, por un lado los jóvenes, conozcan a Rosario, porque como te decía creo que falta memoria: los jóvenes no saben quién es Rosario. Y de alguna manera al conocer a Rosario conocen la historia que viene detrás de ella, de los movimientos que hubo en los 60, 70 y en los 80 también, y eso lo que permite es ir empezando a hacer un análisis de historia: por qué eres, quién eres y hacia dónde vas sabiendo lo que tiene detrás; es muy difícil saber hacia dónde vas si no sabes de dónde vienes.