Prácticamente nadie -salvo su círculo más cercano- sabía de la enfermedad del actor: Neurosis Depresiva (Neurosis tipo II, según el DSM-V).
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportan que casi un millón de personas en todo el orbe se quitan la vida cada año, esto es casi 3,000 al día, de cada 20 tentativas de suicidio una llega a concretarse.
En el contexto de nuestro país, según los reportes de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, las muertes autoinflingidas secundarias a enfermedades psiquiátricas que se manifiestan con Depresión (Neurosis Depresivas, Trastorno Bipolar o Psicosis) se han incrementado de manera importante, a la par con la evolución y complejidad de la sociedad moderna, llegando en la actualidad a constituirse como francos problemas de Salud Pública.
De acuerdo con cifras del INEGI del año 2000 al 2010 hubo en nuestro país un incremento del 42% en los suicidios; hoy en día el suicidio es la tercera causa de muerte de tipo violenta en México, lo que conlleva a los gobiernos en sus tres niveles a adoptar políticas públicas tendientes a enfrentar el problema, lo que implica importantes transferencias de recursos pero sobre todo la pérdida de vidas humanas, muchas de ellas con importantes inversiones en capital humano implícito lo que no sólo implica pérdidas de índole social y moral, sino económicas y productivas.
El problema médico y social del suicidio exige que todos los miembros de la sociedad se informen y sensibilicen de la situación, y por tratarse de un problema con una muy lamentable tendencia a la alza, implica que todos cuenten con información esencial y sustancial, en caso de tener que afrontar la cada vez más creciente incidencia de tener un familiar o un amigo con depresión.
Al margen de connotaciones de índole moral, religiosa o cultural, he aquí un extracto de la información concreta y práctica más necesaria y en el entendido que la inmensa mayoría de los casos de depresión son controlables y compensables, si los enfermos se atienden, adecuada y oportunamente, con el personal profesional indicado y con la invaluable ayuda de sus seres queridos.
La Depresión es una enfermedad resultante de alteraciones en el funcionamiento cerebral, tiene una base orgánica (en la Anatomía, la Bioquímica y la Fisiología del Sistema Nervioso Central) y no es un asunto de voluntad del enfermo, falta de optimismo o mala actitud ante la vida. Imagen tomada de internet.
Fuente: http://puedocambiar.files.wordpress.com/2010/05/brain-machine1.jpg
1. La Depresión -independientemente de si es consecuencia de Neurosis Bipolaridad o Psicosis - se presenta por una falla en los mecanismos del funcionamiento del cerebro, concretamente por malformaciones anatómicas de estructuras específicas en el Sistema Nervioso Central (el Sistema límbico en el Diencéfalo y los Lóbulos Frontales-Parietales en el Telencéfalo) y por alteraciones en la disponibilidad y recaptación de sustancias esenciales para el funcionamiento neuronal llamados neurotransmisores.
Los Neurotransmisores más directamente relacionados con el mecanismo de la Depresión son la Dopamina y la Serotonina, y en menor medida Glicina y Acetil-colina. La Depresión no es un problema de voluntad o de optimismo reprimido o de una mala actitud para enfrentar la vida, es un problema médico consecuencia de distorsiones en las estructuras y el funcionamiento alterado del Sistema Nervioso Central.
2. No debe confundirse la Depresión con el Episodio Disfórico Temporal (EDT). Todos los seres humanos hemos sufrido adversidades o situaciones dolorosas y tristes; la tristeza es una consecuencia natural y normal derivada de un episodio doloroso pero se debe fundamentalmente a agentes estrictamente psicológicos (básicamente externos) y no por problemas orgánicos (internos). El EDT es limitado y no se debe a problemas de tipo orgánico como la Depresión asociada a la Neurosis tipo II, el Trastorno Bipolar o algunas Psicosis.
3. Una vez establecido que la Depresión no es un problema de voluntad personal o de actitud y que se debe a problemas con el funcionamiento del cerebro (que no dependen de la voluntad del enfermo depresivo), es obligado precisar que pedirle o exigirle a un enfermo de Depresión que cambie su actitud por su simple voluntad, o decirle frases prefabricadas como “échale ganas, la vida es hermosa tienes tanto por qué vivir etc. etc. etc….” es tan ignorante y estúpido como pedirle a un paralítico que corra o a un manco que juegue beisbol y pegue home run con el bat.
Por favor, entienda muy bien lo anterior para que no incurra en el error de mucha gente de decir frases huecas que a la postre podrían resultar contraproducentes (sumen más al enfermo en su status depresivo).
4. El profesional indicado para atender y dirigir el tratamiento integral de un paciente con depresión es el Médico Psiquiatra y solamente él. Los Psicólogos NO están capacitados para tratar pacientes con enfermedades mentales (incluida la Depresión por supuesto). Como prevalecen mucha desinformación y grandes vacíos sobre la naturaleza, el perfil y el alcance de cada profesional, es importante aclarar que un Psiquiatra es un Médico, que una vez graduado opta por hacer la Especialidad Médica (postgrado) que es la Psiquiatría. En el ejercicio de su especialidad el Psiquiatra valora y atiende problemas relacionados con a) Senso-Percepción, b) Afecto-Emotividad, c) Intelecto, y d) Conducta Personal y Social: aunado a todo lo anterior y conforme a la tendencia mundial e irreversible establecida para el ejercicio de la Psiquiatría sigue realizando postgrados en Psicoterapia y/o Psicoanálisis para el diagnóstico y tratamiento de pacientes con enfermedades mentales, y que además por la naturaleza de su especialidad está obligado a estar él mismo constantemente sometido a Psicoterapia, a fin de no contaminar o empeorar el status mental de sus pacientes. Por su formación médica, un Psiquiatra está perfectamente capacitado para prescribir medicamentos denominados psicofármacos, que son esenciales en el tratamiento integral de la Depresión.
5. Un Psicólogo es un profesionista de nivel Licenciatura cuyo perfil se orienta a hacer valoraciones y evaluaciones de tipo psicométrico sobre la personalidad y orientadas a trazar perfiles de adaptación en ámbitos escolares, sociales y laborales exclusivamente. Insistimos: por muy buenas que sean sus intenciones los Psicólogos NO están capacitados para valorar ni menos para atender a pacientes con Depresión (como de ninguna enfermedad mental) por la simple y sencilla razón de que no cuentan con una formación profesional en ciencias médicas con conocimientos de Neuroanatomía, Neurofisiología, Bioquímica Cerebral y Farmacología de medicamentos psicofármacos, indispensables para la valoración diagnóstico y prescripción racional de medicamentos para controlar procesos de enfermedades mentales.
6. Como noticia alentadora, en la inmensa mayoría de los casos de pacientes con Depresión, su enfermedad se puede controlar y mantener adecuadamente compensada combinando tres grandes áreas terapéuticas:
a) Psicofármacos,esencialmente con medicamentos anti-depresivos (actualmente se clasifican en alguna de siete familias de medicamentos y hay más de 90 distintos medicamentos sólo para el tratamiento de la Depresión), su prescripción juiciosa y racional es materia profesional del Médico Psiquiatra.
b) Psicoterapia,que en esencia son sesiones de 60-120 minutos (individuales o grupales, generalmente una por semana) dirigidas por el Psiquiatra-Psicoterapeuta y cuya finalidad esencial es la confrontación del propio paciente con su realidad, ayudarle a que tome conciencia y sea responsable de su problema para controlarlo, compensarlo y reintegrarse a la vida familiar, social y productiva de la mejor manera posible.
Y c) El Entorno Familiar y Social, que es quizá la más decisiva de las tres grandes áreas y que implica no sólo información, sino la educación de los familiares y amigos para comprender y ayudar al paciente depresivo.
Ser familiar o amigo de un paciente depresivo no es fácil y puede ser una de las situaciones de vida más desgastantes, frustrantes y también desquiciantes, de ahí que el apoyo y la solidaridad de la familia con el paciente depresivo es esencial no sólo para ayudarle a salir delante de su problema, también para no incurrir en errores que en muchos casos pueden complicar el problema del paciente depresivo y hundirlo más en el problema, llegando inclusive al lamentable suicidio, que es la fase final de confirmación del fracaso en el tratamiento de un paciente depresivo. Los grupos y asociaciones civiles de autoayuda constituidos por pacientes depresivos controlados y productivos y sus familiares son referentes importantes y que se han consolidado como valiosos auxiliares en el tratamiento de la Depresión.
7. La mayoría de los pacientes depresivos suicidas dan aviso sobe sus intenciones, sólo un pequeño porcentaje toma y ejecuta su decisión sin notificarlo, incluso sin dejar nota póstuma; por consiguiente deben tomarse en serio todas las amenazas de suicidio, entendiendo que la mayoría de personas que intentan suicidarse, en realidad no quieren perder la vida, sino dejar de sufrir y también entender que, en la mayoría de casos, una persona que amenaza o anuncia sus intenciones de suicidarse está en realidad buscando llamar la atención para pedir ayuda, ya que desde su propia condición depresiva no encuentra una salida para poner fin a su sufrimiento.
Como corolario, si usted se identifica como probable paciente depresivo o tiene un ser querido familiar o amigo con Depresión, por favor acuda o refiérase con un Médico Psiquiatra (insistimos: los Psicólogos no tienen el perfil profesional para tratar pacientes depresivos ni con ningún otro trastorno mental). De la valoración del especialista en Psiquiatría se determinará el tipo y causa de la depresión y se propondrá el mejor tratamiento integral, diseñado especialmente con base en las características particulares del paciente depresivo.
Por fortuna, los servicios públicos de salud en México ofrecen tratamientos a pacientes de escasos recursos, y con la disciplina de tomar los fármacos adecuados, seguir psicoterapias productivas dirigidas por un profesional y, sobre todo, la comprensión y el invaluable apoyo de la familia y los amigos cercanos, es factible y altamente posible tener un adecuado control de la enfermedad, lo que repercutirá en una mejor calidad de vida y poder afrontar la existencia prácticamente como cualquier otro ser humano con la fortuna de no padecer la terrible Neurosis Depresiva, el Trastorno Bipolar de la Personalidad o la Psicosis.
1 comentario
Hey
Con el suicidio no se juega, la intervención es interdisciplinaria y la… Compartelo!