Ahora lo único que se aplaude es a los cantantes, a los futbolistas y a los políticos, parece ser que no hay otra cosa, añadió, al participar en la presentación del periódico cultural “De largo aliento”, junto con el cineasta Óscar Menéndez, la noche del pasado viernes 28 de noviembre, en la librería “La Rana de la Casona”.
“Parece ser que un disco de música pop es una cosa extraordinaria y que todo mundo se arrodilla ante un cantante, haciéndonos creer que esto es lo máximo y no toman en cuenta el trabajo del escultor, del grabador, del cineasta, del poeta, del coreógrafo, del dramaturgo”, expuso.
Consideró que el país se ha desilustrado tanto que eso, “nos hace ratificar que la industria mediática ya venció completamente cualquier símbolo de la cultura. Finalmente la televisión ganó, después de 60 años de su invención, y qué significa esto: que ha ganado la banalidad y la vulgaridad, eso es lo que permea en la mayoría de las personas en el país”, sostuvo Roura.
Lamentó que en la sociedad mexicana se hable más de lo que transcurre en la industria mediática y no de lo que sucede “en los rincones en donde los creadores están trabajando proyectos y están tratando de iluminar las cabezas y las reflexiones”.
*ENTRETENIMIENTO VOLÁTIL O REFLEXIÓN
Ante el público reunido, Víctor Roura planteó cuál es la diferencia entre la cultura y espectáculo.
“A mí se me hace muy sencillo después de todos los años que llevo trabajando en esto: que la cultura es instar a la reflexión y el espectáculo solamente entretenerte un rato y olvidarte de todo lo que sucede y eso es lo que realmente ha sucedido en el país.
“Hay entretenimiento fútil, hay entretenimiento volátil y después cada quien se va a su casa, no hay un aspecto reflexivo para que uno pueda pensar posteriormente acerca de lo que está sucediendo en realidad”, consideró el director del mensuario presentado.
*NO GASTAR, PARA QUE EL DINERO SE LE QUEDE A LOS BURÓCRATAS
Por otra parte, también señaló que hacer la cultura cada vez es más complicado, “porque incluso los funcionarios van retirándose de la práctica de la cultura”.
Explicó que cada institución de cultura tiene su propio departamento publicitario o de apoyo a la cultura “y hay dinero, poco o mucho, pero hay, sin embargo, en la práctica no se ejerce, porque como en cualquier nivel del país, en el servicio público, existe la insana corrupción”.
Denunció que en realidad, en las instituciones “se trata de no gastar ese dinero para que a fin de año se les quede a los burócratas, lo que no se gastó durante el año, soliviantando papeles, inventándolos, reduciéndolos, y haciéndolos con firmas falsas, para que se quede el dinero”.
Apoyó su aseveración con una anécdota de lo que le sucedió cuando, por única vez en su vida, fue funcionario público de la UNAM, después de su retiro del periódico “La Jornada”.
*MUY DIFÍCIL QUE LA PRENSA IZQUIERDISTA SEA PROGRESISTA
Acerca del surgimiento del mensuario que dirige, dijo que cuando se retiró del periódico “El Financiero”, “traté de hacer un proyecto fuera de los circuitos institucionales de la prensa, porque también la prensa, aunque sea izquierdista –y ya sabemos qué clase de izquierda tenemos hoy en día en el país-, es muy difícil que sea progresista y que la gente que trabaja ahí, sea igualmente progresista. Ya sabemos que esto no es cierto”.
“Sabemos que muchas veces bajo los membretes se trabajan y se hacen cosas, pero no se rigen bajo lo que ellos conceptúan o hacen su conceptos de lo que aparentan; hay mucha simulación en el país y cada vez más van atorando más las circunstancias que se desarrollan en México en los aspectos de cultura. Hacer periodismo cultural es verdaderamente difícil, pero no solamente periodismo cultural”, destacó.
Su crítica la sustentó con otro ejemplo: uno creería que una revista tan lúcida como “Proceso”, indicó, puede ser democrática en sus informaciones periodísticas, “no lo es –afirmó Roura-, no lo es porque lamentablemente para las personas que están adentro, si uno critica a su director, a don Julio Scherer García, ya estás automáticamente eliminado;.
“Por ejemplo, un servidor se atrevió a hacer un libro con un capítulo de Julio Scherer, escribiendo de cuánto dinero ha recibido del gobierno y entonces estoy eliminado de ‘Proceso’ y mi nombre nunca aparece”, denunció.
*DIGNIDAD, DECORO Y ÉTICA, ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLES
“Estas cosas como ustedes podrán ver –manifestó al público que lo escuchó-, no solamente existen en el ala derecha de la política nacional, incluso en el ala izquierda. Y esto lo podemos ver en las cuestiones tan horrorosas que están dándose a conocer con Iguala, por ejemplo, dominado por un alcalde progresista”.
En este momento, agregó, pareciera que ya la sociedad está reflexionando en qué tan cierto es que la izquierda era democrática y la derecha era lo peor, era el autoritarismo puro, expuso Roura.
Opinó que la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas al partido de la izquierda, “lo solventa”, aunque muchos de los izquierdistas dicen que es un cobarde, que no tiene responsabilidad, que huye de un proyecto.
Aclaró que aunque él no era Cárdenas ni estaba en su papel, “pero puedo observar y me imagino, la dificultad de él al ver un embrollo terrible”, a lo que seguramente pensó: qué puedo hacer, con tanta gente con la que no estoy de acuerdo, “pues mejor me voy, mejor estoy bien con mi cabeza y me hago a un lado”.
Porque además, hoy en día, finalizó Roura, pareciera que “la dignidad, el decoro, la ética, son asuntos absolutamente prescindibles, no tienen ningún sentido”.