El proceso del antes y después se presenta por medio de varias fotografías que acompañan a la pieza, mismas que ilustran y resaltan la valía del trabajo realizado.
“La piel que compone el asiento y el respaldo se encontraba muy dañada, con faltantes de cuero y erosiones al centro y a los lados. El barniz de la madera y los remaches metálicos, estaban sumamente oxidados. Faltaba también un soporte del asiento, presentaba grietas en la madera, escamas, corrosión, abrasión y desprendimientos”, es una descripción del estado en que se encontraba el mueble.
Gracias a una secuencia fotográfica que acompaña la exposición del sillón, se aprecia el proceso de intervención desde el estado en que se encontraba, hasta el resultado final.
Se informa además que, durante cuatro meses, el área de restauración del museo trabajó en este mueble de estilo grecorromano –se reconoce como seida-, cuya época de diseño y elaboración corresponde al renacimiento, movimiento cultural surgido en Italia en el siglo XIV y que influyó en toda la Europa Occidental por dos siglos.
También menciona que en la sala que se exhibe del Museo Cuauhnáhuac, se reúnen elementos básicos de la primera forma de poder social y político implantado por los españoles tras la conquista: armaduras, lanzas, el sillón de tijera, el bastón de mando y la cruz, instrumentos característicos de la Encomienda.
Y explica que cuando un grupo de indígenas era “encomendado” a un señor español, éste era responsable de su evangelización, protección y enseñanza del castellano. Los encomendados en cambio, tenían la obligación de entregar el tributo, en especie o trabajo, al español o a la iglesia.