Josemaría Bahena es un joven artista morelense que admite como su influencia más grande al arte sacro, de la época Colonial y posterior, afirma,
a quien le gusta decir que su propuesta creativa es una “reinterpretación” de sus elementos católicos, pero “con material autobiográfico”, acota.
En la exposición “Stabat Mater”, que inauguró en las galerías del Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC), la noche del pasado viernes 20 de marzo, el texto de sala no corresponde a ningún escrito, sino a un escapulario en arte textil, que el público debe interpretar.
Las piezas que integran lo que formalmente sería una instalación tampoco tienen fichas con los títulos y el autor aclara la causa.
“Para mí poner fichas es como poner risas grabadas en un programa de comedia, es como decir: te tienes que reír. Me gusta pensar que cuando el público llega a una exposición está viendo un crucigrama y si tú pones la ficha es como ponerle la respuesta al crucigrama. Me gusta que la gente haga preguntas”.
Durante una conversación previa a la apertura de su muestra artística, aclara que su trabajo, basado en lo autobiográfico, no está separado de lo universal.
“Marina Abramović menciona en su manifiesto que un artista debe buscar dentro de sí mismo con inspiración y que entre más busques dentro de ti mismo, más universal te conviertes. Entonces mi exposición trata de buscar la universalidad”, afirma.
Aunque precisa que le resultaría difícil, por ejemplo, hablar en su obra, de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, “no podría, no porque no sienta nada por ellos, sino porque más bien no es un material que yo estoy conociendo y éste (el biográfico) sí es un material que yo puedo trabajar”.
A pregunta expresa, señala que la exposición parte, desde el título de “Stabat Mater”, de un poema del siglo XIII o XIV, el cual ha sido interpretado musicalmente por muchos compositores.
“El título en realidad viene de ‘Stabat Mater Dolorosa’, que quiere decir ‘Estaba la madre sufriendo’ y es el momento en el que está la Virgen observando a Cristo en la Cruz”.
Y subraya su intención: “como mi mamá se murió de cáncer hace algunos años, lo que yo estoy realizando en esta exposición es una inversión de roles, en el que más bien no es la madre que vio al hijo morir, sino el hijo que ve morir a la madre”, dice.
Entre las piezas exhibidas destacan representaciones de las Vírgenes La Dolorosa y La Asunción, que están formadas con reproducciones de las manos y de la cabeza del artista, en cerámica, “porque lo que estoy haciendo es invertir los roles, porque yo soy Stabat Mater, pero en realidad la Virgen no soy yo, sino es mi madre”, comenta.
*BELLEZA, EN LAS FLORES MARCHITAS
Toda la exposición es un homenaje a mi madre y a la vida, añade mientras recuerda una anécdota personal que conecta con la exhibición.
“Mi papá siempre le regalaba a mi mamá flores que después se empezaban a marchitar y mi mamá las quería tirar por eso. Yo le decía que estaban hermosas, que son una naturaleza muerta, que se veían muy bien y que las dejara, lo hacía pero al quinto día las tiraba.
“Mi madre hasta el último momento estuvo en la casa, con el tanque de oxígeno, el suero conectado, al final ya no podía hablar y la última semana fue fatal.
“Entonces en el último poema que le escribí, entre las muchas cosas que le dije, lo que le destaqué y tiene que ver con la exposición es: Mamá, lamento mucho verte marchitar, pero siempre serás bella ante mis ojos.
“Por eso esta exposición y todas las esculturas, para mí son flores, flores marchitas. No estoy haciendo algo que tenga que ver con el morbo o con el dolor, sino más bien un homenaje a mi mamá. Es una exposición que yo estoy haciendo con mucho amor y tiene que ver mucho con la vida”, subraya.
*ESTAMOS EN UNA SOCIEDAD DONDE TODO ES INMEDIATO
-¿No es una especie de resistencia a aceptar algo que ya está consumado, o sea, una forma de no aceptación?
-Yo lo acepté desde que sabía que ella estaba enferma, pero más bien lo que veo es como una forma de expresarme y un escape de poder hablarlo, porque cuando vas con tus amigos te dicen que tu mamá está en el cielo y que tú estés tranquilo, pero yo sigo sintiendo algo y yo quiero hablar de esto. Todo mundo, mi terapeuta, mi papá, mi familia, mis amigos, quieren que ya no hable, que ya lo supere de forma inmediata, estamos en una sociedad donde todo es inmediato, pero yo me estuve tomando mi tiempo para hacer esas cosas.
Otro de los artistas que admiro mucho se llama Yves Klein y él dice: ‘Yo celebro mucho mi libertad como artista’, entonces yo como artista también estoy celebrando mi libertad, de que quiero hablar del tema, y por lo mismo, de que todos dicen: es que ya no puedes hablar de eso, tienes que dejar ese tema, tienes que soltarlo, pero yo necesito hacerlo y lo voy a hacer porque soy libre.
No es una exposición que me hayan dicho: tienes que hacerla de tal manera, yo la hice de esta forma porque así sentí que era correcto. Ya tiene cinco años que murió mi mamá, pero es una exposición que estoy trabajando desde hace tres años.
Los escapularios son del 2010, cuando ella murió y todas las demás son realmente piezas de ese año para acá.
-En la exposición hay una recurrencia de temáticas católicas.
-Trabajo en el material autobiográfico: mi mamá era supernumeraria del Opus Dei, mi nombre viene del fundador y ella era muy devota de él.
En mi vida siempre estuvo presente la religión, mi mamá siempre fue muy religiosa, pero no viví en un tormento.
*ME GUSTARÍA IR MÁS HACIA LA LUZ
-Independientemente de la situación personal que viviste, ¿qué va a pasar más adelante en tu trabajo de artista?
-Profesionalmente me gustaría seguir explorando estos temas pero me gustaría ir más hacia la luz, o sea, no tanto regresar al sufrimiento, sino una forma más libre. Seguiría un poco sobre esta línea, tal vez más instalación y explorar el textil, pero creo que todavía me falta mucho recorrer el camino de reinterpretar el arte sacro. Siento que ese es el camino.
*NO TE PREGUNTAS EL POR QUÉ LO ESTÁS HACIENDO
Por último, Josemaría Bahena aclara que teorizar sobre su trabajo es muy diferente al proceso que vive mientras está creando: “es un estado libre cuando lo hago y no preguntas por qué lo estás haciendo, crear es como respirar, si no respiras te mueres, para mí es una respiración mi trabajo”.