El funcionario federal que acudió a la velada literaria y musical, la noche del pasado viernes 24 de julio, en representación de la titular del INBA, María Cristina García Cepeda –ausente por motivos de salud, se dijo- enfatizó que
los testimonios son la parte central del trabajo, pero que la obra “es mucho más que una biografía o colección de testimonios”.
Dijo que más que escrito, el libro fue “construido” por Díez de Urdanivia, “un periodista que ha dedicado gran parte de su trabajo y escritura a la música”.
El autor, añadió, hizo de ese texto, una oportunidad para presentar un extenso recuento de los protagonistas de la vida musical de México, de la buena música.
Se trata, resumió Ramírez Cárdenas, de un “extenso viaje” por 350 años de historia musical; travesía en donde nuestra memoria auditiva arriba al ámbito de las emociones, expuso, como la primera parte, a la que consideró “un viaje delicioso a través de la música y del tiempo”.
Durante el homenaje, el público asistente pudo escuchar las grabaciones de temas como Obertura festiva, de Rodolfo Halffter, interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) dirigida por Herrera de la Fuente; Vals poético de Felipe Villanueva y Huapango de José Pablo Moncayo.
En su turno, Fernando Diez de Urdanivia resaltó que el libro publicado por Luzam, “ha tenido muy buena fortuna” y que sin el apoyo del titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, “tal vez no hubiera visto la luz”.
Durante su intervención, puso de relieve su amistad, desde la época estudiantil, con el protagonista de su libro, a quien después le organizó giras artísticas -con lo cual tuvo oportunidad de viajar con él y tener pláticas cultas e ingeniosas, sostuvo-, pero reconoció que “Luis era mucho mejor empresario que yo”.
Apuntó que si bien lo entrevistó un par de veces, lo hizo “cuando su edad y salud ya no eran propicias”.
El músico Raúl Moncada Barrera, al leer un texto escrito por su padre, el dramaturgo Raúl Moncada Galán, expresó que el libro es un “sincero reconocimiento a Luis Herrera de la Fuente”, en donde se ofrece un “breve pero sólido apunte” de quién fue, como hombre y músico.
Destacó con la lectura, parte de los testimonios expresados por René Avilés Fabila, Enrique Velasco, Ignacio Toscano, Magdalena Herrera Andrade y Rafael Tovar y de Teresa.
Aunque admitió que “nunca tuve el privilegio de tratarlo personalmente”, señaló que sí lo hizo de otras maneras, como “asistir a través de los años a muchos de sus conciertos” y que todos esos motivos, “me permiten coincidir y avalar todo lo que en el libro se ha recopilado”.
Por último, dijo que la verdadera muerte de un ser humano es el olvido, por ello, “invito a recordarlo, leyendo el libro de Fernando Díez de Urdanivia”, concluyó Moncada Galán, en voz de su hijo.
Lya Gutiérrez Quintanilla, a cargo de la Corresponsalía Cuernavaca del Seminario de Cultura Mexicana, informó que el Maestro Herrera de la Fuente perteneció a esa agrupación, a la que ingresó en marzo de 1994.
Planteó que lo que más le impresionó en el discurso de aceptación del artista, fue “la descripción de la grandiosidad de la creación musical”.
Tras leer algunas de las consideraciones sobre la música, expresadas en el libro por el director de orquesta –a quien no conoció personalmente, admitió-, concluyó que “el fenómeno música es un milagro, un milagro que agradece el mundo”.
Al final del acto, se proyectó un video en homenaje al artista fallecido el 5 de diciembre de 2014, a los 98 años de edad, elaborado por el INBA y el Conaculta.
En ese trabajo se resalta que Herrera de la Fuente fue creador de instituciones musicales, como la Orquesta de Cámara de Radio Universidad, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y la Orquesta Filarmónica de las Américas, entre otras.
“La dirección orquestal se convirtió en algo más que una mera interpretación
y mímica: significó encontrar la música, dejarla ser en el instante de su ejecución”, refiere el video sobre quien fue titular de la OSN durante 18 años.
Además, subraya la impresionante trayectoria del músico, en la dirección orquestal, quien también fue autor de libros como La música no viaja sola y Notas falsas.
“Maestro inigualable, gentil, sencillo, orgulloso de los tonos y armonías, pilar de la música, de esa que se queda cuando ya no está sonando. La música viaja con las formas de la vida y Luis Herrera de la Fuente vivió entre largo y fascinante aliento de su arte. Su memoria y enseñanza resonarán para siempre en la historia nacional y cultural de México” finaliza el video.
Al concluir la presentación, el moderador del acto, Ismael Álvarez León, expresó que el libro de Fernando Díez de Urdanivia, “es un obligado para quienes amamos la música de este país”.