En el marco de la exposición Rius para principiantes, que se exhibe en la Sección Juárez del Jardín Borda, el monero michoacano fue invitado a charlar con el público.

“La realidad que estamos viviendo en México es cabronsísima, con tantos problemas.”

Al reflexionar acerca de la posibilidad de que México cuente, por segunda ocasión en su historia,  con un gobierno realmente de izquierda, la conclusión de Rius fue desalentadora: “En la izquierda está la gente que piensa, que quiere cambiar las cosas. A la derecha no le importa que las cosas sigan como están. A mí me gustaría tener un gobierno de izquierda, antes de morir, cosa que no creo; si se logra sería un milagro y no creo en los milagros”, afirmó.

De manera específica se le cuestionó sobre el tema, luego de la reciente publicación de encuestas que señalan como puntero en las preferencias electorales a Andrés Manuel López Obrador, como candidato a la presidencia de la República para el año 2018, a lo que el reconocido caricaturista respondió: “En el mundo de las suposiciones es muy difícil tener razón. Lo veo muy difícil, aunque dicen que la tercera es la vencida. Ya están preparando eso desde ahorita para evitarlo”. 

En el marco de la exposición Rius para principiantes, que se exhibe en la Sección Juárez del Jardín Borda, el monero michoacano fue invitado a charlar con el público en la sala Manuel M. Ponce del histórico recinto, la tarde del pasado miércoles 5 de agosto. 

Al terminar su exposición, en donde habló de su ateísmo, su vegetarianismo y su decepción del socialismo, el caricaturista Eduardo del Río García fue cuestionado por el público asistente, en primer término, acerca de la crisis económica, social y política que se vive en México. “¿Hasta dónde cree que pare y cómo va a parar?”, le planteó un interlocutor. 

La respuesta de Rius fue abrumadora: “Como buen humorista que me considero, soy muy pesimista. Por una razón: no trabajo en el mundo de la ilusión, de los sueños ni de la utopía, sino con la realidad. Y la realidad que estamos viviendo en México es cabronsísima, con tantos problemas”, como la pobreza, la corrupción y la violencia, enunció.

Para no arriesgarme, prosiguió, “considero que este país ya no tiene remedio” y dijo que no sabía por dónde empezar para cambiar y mejorar México.

De esa manera, planteó la dificultad de cambiar un sistema dominado por los políticos y dijo que en el Congreso de la Unión no implementarían leyes que los afectaran; “los partidos políticos es el gran negocio del mundo... o una religión, con cualquiera se hace millonario”.

Si se buscara el cambio y se empezara por la educación tampoco sería el camino, indicó, pues sostuvo que en los años recientes, “la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha estado manejada por los peores políticos”.

“Al gobierno no le interesa que este pueblo sea educado, porque la gente empieza a pensar y el gobierno corre el riesgo de caer”, afirmó. 

Más aún, comentó: “ojalá que en el 2018 podamos tener un cambio de gobierno, pero hay que tomar en cuenta que la gente, desde 1950, está idiotizada por la televisión. Antes era (Jacobo) Zabludovsky y ahora es (Joaquín) López Dóriga”.

“Las televisoras son las propagandistas número uno de las ideas de Estados Unidos, son caballitos de batalla de ese país”, consideró, y dijo que un libro de amplio tiraje que ilustrara a la población, no podía competir contra la cantidad de público al que llega la televisión, “cómo va a competir un tiraje de diez mil ejemplares”, y menos aún, recordó, cuando la mayoría de impresiones de textos son de tres mil volúmenes.

Cuando se le interrogó sobre la posibilidad de un nuevo gobierno izquierdista 

en la República Mexicana para 2018, exclamó: “que ese milagrote se diera, que respetaran las elecciones, yo lo veo muy difícil”.

“Me da pena confesar mi pesimismo (respecto a cómo cambiar lo que pasa en México), pero no le  veo por dónde”, reiteró e incluso cuestionó si la solución sería formar parte de Estados Unidos, aunque aseguró que “ya todo es gringo aquí. Hagan una lista, desde que se levantan en la mañana, de los productos que tienen para la vida”, pidió al público para demostrar su dicho.

“Quien fija realmente la política económica en México es Estados Unidos,  somos colonia gringa y yo sinceramente no le hallo por dónde”.

*QUE ME LEAN Y ME TOMEN EN CUENTA

Autor de más de 110 títulos, a Rius también le preguntaron cuál era su mayor satisfacción después de escribir tantos libros y contestó que era “la gente que lo lee a uno. A cada rato me quieren hacer homenajes. El mejor homenaje es que me lean y me tomen en cuenta” y afirmó que, incluso, libros que se publicaron hace 40 años, “la gente los sigue buscando”.

Al extenderse en su respuesta, mencionó otras dos de sus satisfacciones por haber publicado tanto: “eso me ha permitido comer tres veces al día. Y me ha dado una seguridad económica. Puedo seguir viviendo  sin necesidad de trabajar; y otra, es la maldita fama: es grato que la gente me aplauda,  es grato a cualquiera. Es como llenar su necesidad de afecto y reconocimiento”.

*DOCTORES, SÓLO PARA JUGAR DOMINÓ

En otra parte de su exposición, Rius habló acerca del vegetarianismo y antes de afirmar que “la comida sin carne es mejor”, dijo: “procuro no ver a los doctores alópatas, más que para jugar dominó”. 

Pidió a sus escuchas analizar la forma en que se está alimentando a los animales que se consumen, “es una manera antinatural el desarrollo de un animal. Los venenos químicos pasan de la carne al estómago de una persona”; y dijo que, por ejemplo, las gallinas, “están metidas en un campo de concentración, sin disfrutar, además, el contacto con el gallito”.

Algo similar pasa con las vacas, continuó,  “las inyectan con hormonas y los rastros pequeños son casi como campos de concentración nazi”, pero el autor de La panza es primero y El yerberito ilustrado, aclaró que era decisión de cada quien volverse ateo o vegetariano, “es por su cuenta y riesgo. Y por su gusto”.

*UN SOCIALISMO NO TAN RADICAL COMO EL DE LENIN

Luego de hablar acerca de su decepción del socialismo implantado en los países que formaron parte de ese bloque durante la Guerra Fría, Rius dijo que en la actualidad los países escandinavos cuentan con un tipo de sistema socialista, que los ha llevado a tener el primer lugar en nivel de vida en el mundo.

“Son ejemplo de que sí puede haber socialismo, no tan radical como lo planteaba Lenin, pero sí se puede poner en práctica un sistema socialista”.

En una parte de su amplia intervención, y luego de tantos argumentos para el desaliento, Rius hizo una declaración reivindicadora del género humano: “Yo creo que en el fondo, la humanidad  es buena y no sé qué es lo que la vuelva ambiciosa, egoísta”.